Entrevista | Luis Mitre Aranda Precandidato a la presidencia del Real Grupo de Cultura Covadonga

"Es evidente que se necesita una mejora considerable de las instalaciones"

"Ni hubo conversaciones con el equipo de Sarasola para una fusión, ni las habrá porque es algo que no pasa por nuestra cabeza"

Luis Mitre, ayer, en la  redacción  de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

Luis Mitre, ayer, en la redacción de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón. / Ángel González

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Luis Mitre Aranda (Gijón, 1972) atesora más de 40 años como socio del Real Grupo de Cultura Covadonga. Se lanza a las elecciones del próximo 17 de marzo con el objetivo de sentar las bases del futuro del club.

–¿Qué le ha llevado a presentarse a las elecciones?

–Mi candidatura no es la de Luis Mitre, sino la de un equipo en el que estamos de acuerdo en el legado que queremos dejar a las demás generaciones. Queremos demostrar el nivel de compromiso e implicación que el Grupo se merece para llevarlo al siguiente nivel. También, recuperar un sentimiento que viví, el de la esencia del Grupo.

–¿A qué se refiere?

–A veces solo se ve la tensión, pero dentro hay grandes historias. La grandeza del club es que siempre está a tu disposición en función del ciclo vital. Mis hijas, Covadonga y Carmela, estuvieron en el equipo de Superliga de voleibol. El entrenador de Covadonga fue Jesús Castro, que llevó a ese grupo de niñas a ser la generación más laureada de ese deporte desde infantiles a juveniles. Se logró la unidad de gente muy diversa. Historias así hay muchas. La esencia del Grupo es la unidad, saber que el espíritu grupista es cosechar éxitos cuando todos nos ponemos de acuerdo.

–¿Qué líneas maestras seguirá su programa?

–Una de las premisas es generar un contexto. El 11 de marzo, cuando empieza la campaña, podremos comunicarlo y la idea se entenderá mejor. Por supuesto, en nuestro programa hay proyectos que reflejan las demandas de los socios. Tenemos un plan que va más allá de tomar acciones inmediatas. Hay que pensar con perspectiva, porque cuando termine nuestra labor alguien la tiene que continuar así que hay que pensar a futuro, como mínimo a cuatro años. Debemos solucionar las inquietudes del socio a día de hoy, pero pensar en el futuro también. Saber qué legado queremos dejar a las próximas generaciones.

–¿Algo tangible?

–Por respeto a los plazos de la asamblea, no. Que los socios no tengan duda de que tenemos un programa sólido y unos ejes de actuación transversales a todo el club y donde hay planes de acciones y proyectos que se concretan inquietudes como el estado de las instalaciones o nuevos espacios de uso.

–¿Tienen ya información del actual plan director?

–Aún no. Cuando lo tengamos, lo valoraremos y qué podemos aportar para mejorarlo. Hemos pedido el expediente de La Torriente, no por desconocimiento de sus singularidades.

–Singularidades relativas a la Ley de Costas.

–Queremos saber exactamente las consultas realizadas para llevar a cabo nuestros proyectos. Para La Torriente tenemos proyecto, pero queremos saber qué acciones se han hecho desde su compra hasta hoy, independientemente de que no se hayan podido acometer por la pandemia o por otras razones. Lógicamente, el terreno tiene unas afecciones singulares que debemos conocer de forma clara y concisa.

–¿Construirán ahí algo más que instalaciones modulares como la que ahora hay allí de calistenia?

–Pensamos en el Grupo del siglo XXI y en el legado que queremos dejar. No se puede parchear. Cualquier proyecto que se haga de ese calibre tiene que responder a las próximas generaciones, no solventar solo un problema de hoy. Hay que hacer un estudio real con todos los condicionantes para que el proyecto que tenemos en la cabeza, bien sea La Torriente o Mareo, estén garantizados de aquí a los próximos 25 años.

–¿Cómo valora el trabajo de Antonio Corripio?

–Tengo máximo respeto para él y para el resto de presidentes. Nosotros no venimos a echar a nadie, hay unas elecciones y entendemos que tenemos un equipo como para acometer con garantías el futuro del club. Ni mi equipo, ni yo tenemos que juzgar a la anterior directiva, debe hacerlo el socio en las urnas.

–¿Considera que las instalaciones están masificadas?

–Es evidente que se necesita una mejora considerable de las instalaciones y un esfuerzo mayor en conciliación, accesibilidad e integración. Nuestras propuestas van por ahí y somos ambiciosos, pero realistas. Queremos hacer un análisis exhaustivo de los recursos que hay y ser lo más eficientes con lo que ya tenemos. Al socio le inquietan las infraestructuras y su disponibilidad. Las secciones y los usuarios son los que son. Si ganamos, nos centraremos en lo que he mencionado. La opción de admitir nuevos socios la acometeremos cuando corresponda. Nuestro empeño es hacer al club más eficiente y los proyectos a poner en marcha.

–¿Hubo conversaciones para fusionarse con Sarasola?

–Ni las hubo, ni las habrá. La fusión no pasa por nuestra cabeza.

–¿Cree que le van a achacar que sea hermano de la concejala de Hacienda, María Mitre?

–El Grupo es una entidad sociodeportiva, no un agente político. Ni me interesa la política, ni he tenido ningún puesto político. No hay debate al respecto. Mi hermana es concejala, pero sin más. Mi otra hermana es periodista y tiene un premio "Ondas" y no me afecta a lo que yo pueda desarrollar. Cada uno tenemos nuestra carrera. Respeto que los otros candidatos hayan tenido vinculación directa con la política, pero no es mi caso.

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