Un pin de la Escalerona por sus 90 años

"Es un bonito recuerdo", aseguran los lectores de LA NUEVA ESPAÑA del pin del monumento que ofrece el periódico

Alejandra González entrega un pin a Óscar Delgado.

Alejandra González entrega un pin a Óscar Delgado.

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Es, quizás, la Escalerona uno de los monumentos más grandes de Gijón (con permiso de la Universidad Laboral) y ayer toda esa grandeza quedó condensada en un pin de 18x32 milímetros que los lectores de LA NUEVA ESPAÑA de Gijón pudieron llevarse ayer a su casa junto con el ejemplar diario del periódico. Un elemento, el pin, que no pasó ayer desapercibido en los kioscos de la ciudad a donde, y más siendo domingo, acudieron en masa los lectores de este periódico para ponerse al día de los últimos acontecimientos ocurridos en la ciudad. "Está muy guapo", aseguraron muchos de los que se llevaron el pin.

La grandeza de la Escalerona, en miniatura

La grandeza de la Escalerona, en miniatura / Pablo Palomo

Bruno Plasencia tiene 30 años y ayer estaba detrás del mostrador de un conocido kiosco en la calle Vicente Innerarity, al pie de la plaza del Continental, en pleno barrio de La Arena. "Mucha gente ha preguntado por el pin", reconoció este profesional, que ya lleva años en el mercado de la venta de la prensa. "Lo cierto es que es bonito. Es un bonito recuerdo de una construcción emblemática", apuntó respecto a la recreación de la Escalerona en el pin, que es una parte más del homenaje realizado por este periódico a esta obra creada (y reformada después) por los arquitectos José Avelino Díaz Fernández-Omaña y su hijo, Miguel Díaz y Negrete. Obra que cumplió el año pasado su noventa aniversario, efeméride que este periódico celebró no solo con varios reportajes, sino que el impulso de una gran exposición en la antigua Escuela de Comercio, que gozó de gran aceptación entre público. Dicha exposición, llamada "Guardianes del Tiempo", fue un paseo fotográfico por las diferentes etapas de los peldaños más famosos de San Lorenzo, abarcando desde primeros de siglo XX hasta hoy.

La grandeza de la Escalerona, en miniatura

La grandeza de la Escalerona, en miniatura / Pablo Palomo

"La verdad que está muy guapo, muy lindo", comentó, por su parte, Alejandra González, otra kiosquera que en este caso trabaja en la calle Menéndez Pelayo, casi al pie de la playa de San Lorenzo y, por lo tanto, no demasiado lejos de donde se encuentra la Escalera Monumental de San Lorenzo, que fue así como se llamó, en inicio, la obra impulsada en 1933 por el alcalde de la época, Gil Fernández Barcia. Quien conoce bien La Escalerona es el joven Óscar Delgado, que es un habitual domador de olas con la tabla de surf en la playa de San Lorenzo. "La Escalerona para mí es un monumento icono", apuntó este joven, que aplaudió la iniciativa del periódico respecto al pin.