Enagás defiende en los tribunales la necesidad de la regasificadora de El Musel

La empresa rechaza una demanda de los ecologistas que atribuye a una "desviación de poder" la autorización de la planta por el Gobierno

El buque «Adriano Knutsen», descargando en la regasificadora de El Musel a finales del pasado enero.

El buque «Adriano Knutsen», descargando en la regasificadora de El Musel a finales del pasado enero. / Pablo Solares

M. C.

Enagás se ha opuesto ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid a la demanda presentada por Ecologistas en Acción para anular la autorización que en 2022 concedió el Gobierno a la regasificadora de El Musel y también su inclusión de la planificiación energética nacional en 2005 y 2008, decisión que hizo posible la construcción de esta infraestructura. La organización ecologista la considera innecesaria y atribuye a una "desviación de poder" su inclusión en esa planificación, mientras que Enagás, apoyándose en un informe del Ministerio para la Transición Ecológica, defiende la necesidad de la planta "como garantía de abastecimiento del sistema gasista". A la demanda también se ha opuesto la Abogacía del Estado.

Mientras los ecologistas sostienen que ya había suficientes regasificadoras en España cuando la de El Musel se incluyó en la planificación energética, un informe de la Dirección General de Política Energética y Minas del pasado mes de noviembre defiende la promoción de inversiones como la de El Musel para garantizar la seguridad del suministro en periodos punta con el margen de seguridad necesario. "Ni la caída de la demanda ni el nuevo uso al que se destina la planta deberían poner en duda el documento de planificación. La disminución de la demanda es consecuencia de una crisis económica imposible de prever y, posteriormente, de las decisiones del Gobierno que establecen las prioridades en el consumo de la energía para cumplir los exigentes objetivos de descarbonización", se recoge en la contestación a la demanda de Enagás.

La compañía gasista añade que con la autorización de la planta la misma se empieza a amortizar, reduciendo el coste de la instalación para el sistema.

En cuanto al impacto ambiental, el citado informe ministerial considera "casi nulas" las emisiones de la planta de El Musel, "salvo en situaciones de emergencia altamente improbables", y considera además que el gas natural facilita "una transición energética económicamente viable".

La regasificadora de El Musel había obtenido una primera autorización administrativa en 2008, que fue tumbada en los tribunales, obligando a repetir la tramitación. La nueva autorización, de 2022, es la que ahora se vuelve a impugnar en el contencioso de Ecologistas en Acción, que también cuestiona la tramitación ambiental.

Enagás argumenta que el plan de calidad del aire para el oeste de Gijón no se omitió en el estudio ambiental de la regasificadora, como denuncian los ecologistas, sino que el último plan del aire es de fecha posterior a la declaración de impacto ambiental de una infraestructura que tiene "emisiones prácticamente nulas". Enagás también rechaza que no se haya tenido en cuenta la aceptación de la población respecto al proyecto.

El primer pleito

La compañía gasista también sostiene, en línea con la Abogacía del Estado, que cuando los ecologistas hablan de que no se ha valorado el impacto de la alternativa de no haber construido la planta en realidad lo que proponen es su demolición, algo que ya rechazó el tribunal madrileño tras haber anulado la primera autorización de 2008.

Enagás expone que la planta de El Musel supone un incremento en la seguridad del suministro energético en España y en Europa al abrirse como un centro logístico en el contexto europeo de reducción de la dependencia del gas ruso. Añade que en varios meses de 2021 y 2022 se vieron contrataciones cercanas al 100% de la capacidad de almacenamiento de gas natural licuado en España. Desde que entró en servicio la regasificadora de El Musel como hub logístico, aún no ha reexpedido ningún cargamento de gas licuado por barco.

El perito de Ecologistas en Acción cuestiona también el uso actual como almacén de gas

El contencioso presentado por Ecologistas en Acción se apoya en un informe pericial elaborado por el ingeniero ambiental especializado en transición energética Massimiliano Patierno. En ese documento se concluye que "la necesidad de incluir la regasificadora de El Musel no estaba justificada por la puesta en marcha de nuevas centrales de ciclo combinado en Asturias a las que abastecer, ya que, de los muchos proyectos previstos, sólo se llevó a cabo el de la central de Soto de Ribera, cuyos dos grupos térmicos han sido, además, muy infrautilizados a lo largo de los años". El informe añade que nunca hubo posibilidades de que se construyeran todas aquellas centrales proyectadas y subraya que los niveles de utilización media de las regasificadoras en España en la última década han estado "sistemáticamente muy por debajo de las capacidades nominales de las plantas". En cuanto a la activación de la regasificadora de El Musel para transbordos de gas licuado a Europa, el perito tampoco lo considera justificado: "Se ha visto que, ante los recortes de suministro de gas ruso, muchos estados miembros de la UE han puesto en marcha rápidamente planes para compensar estos recortes con GNL de otros países" usando regasificadoras flotantes. Además, informes de organismos internacionales apuntan que "en 2030 habrá un gran desajuste entre la demanda de GNL prevista en Europa y su capacidad de regasificación", con un gran porcentaje que queda sin utilizar. Otro argumento es que "se ha demostrado que la planta de El Musel tampoco es necesaria como almacén invernal de gas natural".

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