Inicio de una Pasión en crecimiento

"Las hermandades y cofradías gijonesas llegamos a este sábado de pasión, a este pórtico de la Semana Santa, con la sensación de haber vivido una Cuaresma más intensa que nunca, como un preludio esperanzador de lo que ha de venir en los próximos días". Así se pronunció ayer Ignacio Alvargonzález, presidente de la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías Penitenciales y Hermano Mayor de la Cofradía de la Santa Misericordia en su intervención previa a la lectura del pregón de Semana Santa, en la que resaltó que "el colofón" ha sido la concesión de la Medalla de Plata Gijón a la Junta de Hermandades y Cofradías, por lo que dio "gracias de corazón y al Ayuntamiento de Gijón y a sus máximos representantes, aquí presentes, por esta distinción que nos llena de orgullo y contribuye a reforzar más nuestro compromiso con la ciudad y con sus tradiciones". Palabras que escucharon en los bancos de la primera fila de la iglesia de San Pedro, reservada para las autoridades, la alcaldesa, Carmen Moriyón y la vicealcaldesa, Ángela Pumariega. Moriyón también acudió el año pasado a la lectura del pregón de Semana Santa, entonces como candidata de Foro a la Alcaldía y en un acto al que no participó su antecesora en el cargo, la socialista Ana González, y en el que se criticó el reglamento de laicidad.

Las cofradías gijonesas encaran esta Semana Santa con un gobierno local mucho más receptivo y esperando una alta participación de la ciudadanía. Alvargonzález, al igual que los hermanos mayores de las otras dos cofradías gijonesas, también espera "que el tiempo acompañe" durante las procesiones que comienzan hoy, Domingo de Ramos, con la salida de la Borriquilla, iniciando ocho días intensos con pasos religiosos por la ciudad, a excepción del lunes. Unas procesiones en las que se combinan la vivencia religiosa con el atractivo turístico de las mismas, según los representantes de las cofradías.

Juan Rodríguez Pládano, Hermano Mayor de la Santa Vera Cruz, que destacó la "ilusión" especial en esta ocasión por "el espaldarazo" municipal, apunta que ya el año pasado salió mucha gente a las calles para contemplar las procesiones y este año "esperamos que siga en la misma tónica, creciendo; al final de cuentas es sumar y sumar; la dinámica creo que es esa". Apuntó también que "para los que lo vivimos desde la fe es un momento de encontrarse con uno mismo y vivirlo desde el interior de uno. Luego tiene su componente cultural y visual, que el turismo es lo que viene a ver".

En el mismo sentido, el Maestre de la Cofradía del Santo Sepulcro, Alejandro Vallaure Alonso, apuntó que "el año pasado ya fue un punto de inflexión, fue genial, hubo muchísima gente que se sumó a nosotros y este año espero que sea la mejor Semana Santa de la historia de Gijón, teniendo en cuenta que el tiempo puede causarnos una trastada", puso como única salvedad.

Tras el reconocimiento otorgado por el Ayuntamiento de Gijón esta Semana Santa, Vallaure explica que su sensación es distinta a la de otros años ya que siente que "por fin ya no somos unos cuantos que tenemos una actividad que para muchos es curiosa, otros no la entienden, otros la rechazan y a unos poquitos les gusta. La situación nueva es que la Semana Santa de Gijón está reconocida por toda la ciudad y esa es una situación que nunca la habíamos tenido, porque siempre vivíamos en un ‘¡ay!, a ver si nos van a poner problemas’. Este año han sido todo facilidades y si el año pasado fue un año que nos encantó, lo de este tiene todo para ser la mejor Semana Santa de la historia de Gijón"

Ese sentirse "queridos por la ciudad" no impide que Vallaure, al igual que los otros dos hermanos mayores, mire al cielo, en el sentido literal, porque "si encima hace buen tiempo y Gijón es un centro de turismo y empieza a venir gente, es un aliciente que tenemos; creo que aportamos mucho a la ciudad; estos días vamos a ver en las televisiones semanas santas de un sitio y de otro, pues nosotros también somos España y tenemos esa tradición y la defendemos".

El acto solemne de la lectura del pregón de Semana Santa se celebró, como en años anteriores, en la Iglesia de San Pedro. Es el acto que da paso a las celebraciones religiosas desde que en 1995 se recuperó una tradición que se remonta a 1645 en Gijón, pero que en tiempos se vio interrumpida.

El encargado de la lectura del pregón este año fue el periodista Andrés Presedo, quien señaló que "nuestra Semana Santa sigue viva y caminando con paso firme", apuntó que la ciudad también se construye con sus tradiciones y "quizás otras cosas sí, pero estoy seguro de que por mucho que se intenten, la memoria no se puede ni se podrá borrar jamás por decreto".

Tras la lectura del pregón actuó la Coral Polifónica Anselmo Solar, dirigida por Santi Novoa Marchena, con un repertorio de cinco piezas religiosas. El presidente de la polifónica, Faustino Blanco, expresó la satisfacción porque este año fuera su coral la elegida para cerrar el acto.

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