Fallece Loli Menéndez, histórica guardesa de la plaza de toros de Gijón

Mujer entrañable y muy querida entre los aficionados, vivió en El Bibio hasta su jubilación en 1998

"Era un referente y una institución para todos los aficionados", señalan los taurinos

Loli Menéndez, y su hija Marga, en El Bibio.

Loli Menéndez, y su hija Marga, en El Bibio.

I. Peláez

I. Peláez

La afición taurina asturiana está de luto. Y buena parte de Gijón, también. Loli Menéndez Fonseca, la histórica guardesa de la plaza de toros de El Bibio, falleció este martes tras toda una vida de "cariño y entrega hacia los demás". Nacida en el barrio de Cimadevilla en 1933, Menéndez Fonseca comenzó a vivir en el coso de la carretera de Villaviciosa después de su boda en 1954 con Marino García, cuya familia custodiaba la plaza desde 1912. Se jubiló en 1998, pero siempre se mantuvo ligada a El Bibio en cada feria de Begoña, donde en compañía de su hija Marga se encargaban de engalanar la capilla para los toreros y también durante largos años en la organización de la misa en el ruedo el día 15. "El Bibio siempre fue su casa y la trató como un Santuario. Su dedicación de corazón, hizo que la capilla estuviera esplendida feria tras feria. Estará en mi corazón de por vida", señala Carlos Zúñiga hijo, último gestor del coso y aspirante a seguir organizando los festejos.

Siempre con una palabra amable, Loli Menéndez se ganó el cariño y el respeto de todo el mundo gracias a su carácter cercano y cariñoso. Por la puerta de la que fue su casa, y hasta en el interior de la misma, ubicada en el patio de cuadrillas de El Bibio, vio pasar a los mejores toreros de cada época. Siempre guardó buen recuerdo de disestros como Antonio Bienvenida, Paco Camino, El Viti, Morenito de Maracay o Andrés Vázquez, según su propia confesión. También de Francisco Rivera, "Paquirri", que toreó en Gijón poco antes de morir por la cornada de un toro en Pozoblanco. En los últimos años también disfrutó con José Tomás. "Era un referente y una institución para todos los aficionados", aporta Maritina Medio, presidenta de la Federación Taurina del Principado de Asturias.

Al vivir en El Bibio también disfrutó en primera fila de muchos artistas. Por citar algunos ejemplos que ella mencionaba: Joan Manuel Serrat, Bob Dylan o Miguel Bosé.

Loli Menéndez, después de su jubilación, siguió ligada a la plaza con los adornos de la capilla. Vírgenes y estampas que primorosamente colocaba junto a su hija Marga hasta que la pandemia sanitaria frenó la feria de Begoña. Luego, la salud le impidió seguir acudiendo al coso. Muchas de esas imágenes fueron donadas por toreros que actuaron en El Bibio, como la virgen de la Macarena, donada por Paquirri a la plaza, Virgen de la Paloma que regaló Enrique Ponce o la imagen de San Martín, donada por Juan José Padilla.