Concierto solidario y recogida de alimentos en la iglesia de San Pedro: "Es importante ayudar a quienes lo necesitan"

La Filarmónica organiza un concierto benéfico con recogida de alimentos

Música y solidaridad se fundieron ayer en San Pedro. La iglesia parroquial acogió el concierto extraordinario organizado por la Sociedad Filarmónica de Gijón con motivo de la Semana Santa, que estuvo protagonizado por la formación "Ensemble 4.70", que deleitó a los asistentes con la obra "Las siete últimas palabras de Cristo en la Cruz", del compositor Joseph Haydn. Marina Gurdzhiya y Gints Sapietis al violín, María Moros Ballesteros a la viola y Marta Martínez Gil al violonchelo brindaron un recital que fue el colofón a una jornada con tintes benéficos, pues a la entrada del templo se instalaron dos mesas para la recogida de víveres para el Banco de Alimentos de Asturias.

Reyes García acudió bolsa en mano para aportar su granito de arena. "He traído pasta, chocolate y fajitas", afirmó. La voluntaria María García recogió su contribución y, con la colaboración de Fernando Gión, la depositó en varias cajas. También se admitían donaciones en efectivo. "Es importante que la gente se comprometa y ayude a quienes lo necesitan", declaró Gión, que ensalzó la "sensibilización" de los asistentes que realizaron un donativo. Leche, aceite de oliva y girasol, conservas, alimentos infantiles, pasta, arroz, legumbres cocinadas o alimentos de desayuno figuran entre las mayores necesidades del Banco de Alimentos.

Antonio Hedrera, presidente de la Filarmónica, dio la bienvenida al recital, que contó con la presencia del párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta, que no se quiso perder la cita. "Es una forma de abrirnos a la ciudad", proclamó Hedrera, que abogó por "rescatar la tradición" de que se celebren conciertos de música sacra durante Semana Santa. "Tenemos el propósito de impulsarla", aseguró. Asimismo, Antonio Hedrera felicitó a la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades Penitenciales por la concesión por parte del Ayuntamiento de la Medalla de Plata de la Villa.

El presidente de la Filarmónica animó a los espectadores que copaban el templo de San Pedro a disfrutar de los recitales de la entidad en el teatro Jovellanos. Y realizó una petición, que se silenciaran los móviles y que los aplausos se reservaran para el final del concierto. Para una mejor comprensión del repertorio se leyeron textos. Con la irrupción del último, "Il Terremoto" se manifestaba la sacudida de la naturaleza tras la muerte de Jesús, presagio del juicio final. Fue una noche distinta en San Pedro, en la que la solidaridad ciudadana se abrió paso por las puertas del templo para vivir una Semana Santa a la que le quedan muchas notas que cantar.

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