El autor del crimen de la inmobiliaria de Ceares dice que actuó "obcecado por un estímulo pasional"

El escrito de defensa reconoce la comisión de un delito de asesinato, pero incluye varios atenuantes

Los agentes tapan el cuerpo de Fran Tobajas el día del crimen, frente a su inmobiliaria.

Los agentes tapan el cuerpo de Fran Tobajas el día del crimen, frente a su inmobiliaria. / Juan Plaza

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Asesinato para la acusación particular y la Fiscalía y asesinato, pero con atenuantes, para la defensa de Felipe de Arriba Ramos, el autor confeso de la muerte de Fran Tobajas. El crimen de la inmobiliaria de Ceares ya cuenta con los escritos de calificación de todas las partes y las tres coinciden en que las dos puñaladas mortales que el acusado propinó en la calle Campo Sagrado al dueño de la inmobiliaria Golden Star fueron un asesinato. Mientras que la familia de la víctima, tal y como desveló LA NUEVA ESPAÑA, pidió 20 años de cárcel y la Fiscalía 18, la defensa pide una condena inferior en uno o dos grados a las de las acusaciones, pero sin concretar el número de años a cumplir. Esta parte reconoce los hechos, pero señala varios atenuantes como son la reparación del daño y la confesión del crimen, pero, sobre todo, que De Arriba Ramos mató a Tobajas "por causas o estímulos tan poderosos que hayan producido obcecación u otro estímulo pasional de entidad semejante", como fue el préstamo abusivo que la víctima le concedió en el pasado a la exmujer del investigado. Un préstamo que le costó el divorcio y la vivienda familiar.

La defensa señala que la víctima llegó a "humillar" a su futuro asesino insinuándole haber mantenido relaciones con su mujer. El relato recupera los argumentos de la querella, también desvelada por este periódico, que la exmujer del autor del crimen puso a Tobajas al entender que fue estafada con el préstamo. La denuncia no fue admitida a trámite.

Este crédito lo pidió ella en 2005, sin contárselo a su marido, para salvar unos problemas económicos. El escrito explica que la exmujer se había quedado en paro tras dar a luz a su segunda hija y que el matrimonio tuvo serios apuros económicos. El documento señala que Tobajas, por entonces, prestaba dinero a clientes que, por su situación económica, eran rechazados por los bancos. "Ello le permitía imponer condiciones financieras altamente gravosas" e, incluso, "emprender acciones legales para "hacerse con las propiedades de los prestatarios".

La defensa sitúa la concesión del préstamo el 30 de noviembre de 2005, cuando la exmujer fue a una notaría de Gijón con Tobajas y otro prestamista, ya fallecido, para conseguir 3.500 euros. Sin embargo, lo que firmó fue un reconocimiento de deuda de 12.900 euros, con unos intereses de demora del 10%, y varios letras de cambio en blanco. Explica el texto que nunca llegó a recibir ese dinero. Dos años después, ante la imposibilidad de pagar, la expareja del acusado le contó a su marido lo que había pasado.

La defensa prosigue diciendo que el autor del crimen se reunió con Tobajas para encontrar "una solución amistosa". Si bien, la víctima solo le dio como opción refundir sus deudas en un nuevo préstamo de 75.000 euros "garantizado por su vivienda". Ante esto, deciden ir a los tribunales, sin suerte, y recurrir a nuevos prestamistas para conseguir cerca de 100.000 euros que luego tampoco pueden devolver. En consecuencia, su vivienda es embargada, el matrimonio se divorcia y de Arriba Ramos termina viviendo en una habitación en un piso compartido en Contrueces.

El escrito señala que, desde entonces, "no pasa ni un solo día" en de Arriba Ramos no piense en Tobajas, ni en "el daño causado". Conducta reforzada la actitud que Tobajas con su futuro asesino ya que la defensa que le insinuó que había tenido relaciones con su exmujer haciéndole comentarios para "humillarlo" del tipo "no sabes lo que pasaba en casa cuando no estabas". Así, la abogada explica que el 20 de septiembre De Arriba mató a Tobajas "con el absoluto conocimiento de que le había arruinado la vida".

La defensa califica los hechos de asesinato pero solicita que se concedan tres atenuantes. El primero es que se reconozca que el procesado actuó por "por causas tan poderosas", que le produjeron "obcecación". También señala que ha reparado el daño ya que ha dejado en consigna en el juzgado 250 euros, el único dinero al que ha tenido acceso desde su entrada en prisión. Esta cifra sale de la fianza que tenía de la habitación en el piso compartido. También, pide que se reconozca la confesión del crimen y su colaboración con la justicia.

Las claves

Asesinato. La defensa del autor del crimen de la inmobiliaria, Felipe de Arriba Ramos, califica los hechos sucedidos en la calle Campo Sagrado como asesinato, al igual que hicieron la acusación particular y la Fiscalía. Si bien, esta parte señala que en el caso concurren varios atenuantes y pide una condena en uno o dos grados inferior a los de las otras acusaciones, que fueron de 20 y 18 años. 

Atenuantes. La defensa sostiene que el autor del crimen actuó «obcecado» por el préstamo abusivo que la víctima le concedió a su exmujer, así como la reparación del daño y su colaboración con la justicia. 

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