El trámite con el Ayuntamiento de Gijón que Arcelor espera solventar este mes para iniciar la obra del horno eléctrico

La multinacional invertirá más de 200 millones en la transformación de la acería de Gijón

La producción industrial asturiana vuelve a caer

Arcelor.

Arcelor. / Ángel González

Pablo Castaño

Pablo Castaño

ArcelorMittal espera que el Ayuntamiento de Gijón le otorgue este mes la licencia de obras para iniciar "de inmediato" las obras de construcción del horno híbrido de arco eléctrico. Es una de las dos piezas del plan de descarbonización de la cabecera siderúrgica de Asturias, valorada en más de mil millones de euros.

Fuentes de la compañía siderúrgica apuntaron que el proyecto de construcción de la acería eléctrica ya está preparado, que cuenta con la autorización medioambiental y que ya se solicitó la licencia de obra al Ayuntamiento de Gijón. "Teniendo en cuenta que la licencia de obra tarda en tramitarse un mes aproximadamente, esperamos contar con ella a finales de abril e iniciar en ese momento los trabajos", señaló ayer un portavoz de la multinacional siderúrgica.

ArcelorMittal firmó a finales del pasado año, un contrato con la empresa vasca de ingeniería industrial Sarralle para la construcción del nuevo horno de arco eléctrico en su planta de Gijón con una capacidad de producción anual de 1,1 millones de toneladas de acero. La inversión superará los 200 millones de euros y el Principado ya ha concedido ayudas de cerca de 27 millones de euros y el Ministerio para la Transición Ecológica, de más de 3,8 millones.

La planta, que aprovechará instalaciones de la actual acería de Gijón, forma parte del plan de ArcelorMittal para la descarbonización de sus actividades en España. Una vez que el nuevo horno eléctrico esté operativo –previsiblemente en el primer semestre de 2026, según el último calendario difundido por la compañía– la factoría de Gijón estará en disposición de producir acero con bajas emisiones de carbono, destinado al sector de productos largos y, más concretamente, a la fabricación de carril y alambrón.

El nuevo horno híbrido consumirá una mezcla de chatarra y prerreducidos de mineral de hierro (DRI) o arrabio. El plan de descarbonización de la cabecera siderúrgica de Gijón, incluye también, la construcción de una planta de reducción directa de mineral de hierro (DRI) mediante hidrógeno verde, una inversión que está pendiente de aprobación definitiva pese a tener otorgada una ayuda pública de 450 millones de euros a través del PERTE de descarbonización. La multinacional negocia con el Gobierno central y con la UE, un escenario de costes de energía renovable que hagan viable la inversión.

Producción industrial

La actividad de ArcelorMittal es clave para la industria asturiana, cuya producción se contrajo en febrero, interrumpiendo con ello la tendencia de moderado crecimiento que había mantenido durante los cuatro meses anteriores, según datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei). La estimación arroja un retroceso del 2,4% respecto a un año antes, lo que sitúa la variación para el acumulado de los dos primeros meses del año en el ‐0,8%.

Los principales elementos que han condicionado el comportamiento negativo del sector en febrero han sido, el fuerte recorte de la producción de energía eléctrica de origen térmico, la evolución de la industria química y la debilidad de la metalurgia (‐7,7%), relacionada en este mes con factores coyunturales. Además, la ralentización internacional del mercado del automóvil repercute de forma negativa en varias plantas asturianas relacionadas con él.

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