El genio vuelve a su cole en Gijón: el pianista Martín García es recibido con una ovación por los alumnos de La Corolla

El gijonés, uno de los talentos españoles de mayor proyección internacional, deleita a los estudiantes con piezas de Chopin y los anima con sus consejos: "Tenéis que amar lo que hacéis"

El gijonés Martín García García, uno de los pianistas españoles revelación, vivió ayer un día muy especial en su antiguo colegio, La Corolla. García, nacido en 1996, debutó hace semanas en el Auditorio Nacional con su disco "Even-Tide" y ayer regresó a sus raíces escolares. Lo primero que hizo fue descubrir una placa que acredita que un aula del que fuera su centro llevará su nombre de ahora en adelante. "Es una sensación extraña, melancólica y bonita, un shock", comentaba este prodigio del piano, que se sentó por vez primera ante un piano a los 5 años. En 2021 ganó la Cleveland International Piano Competition y además obtuvo el tercer puesto en la International Chopin Piano Competition.

Más de un centenar de alumnos le recibieron con una ovación y un mural con "Bienvenido, Martín" le aguardaba. Natalia Domínguez, directora de La Corolla, desgranó parte de su currículum. "¡Te lo sabes mejor que yo!", bromeaba Martín García, obsequiado con un pin. "Nos sentimos orgullosos de que hayas sido nuestro alumno y esta siempre será tu casa. Espero que hayamos aportado nuestro granito de arena", afirmó Domínguez. Llegó entonces el turno de los escolares. Algunos de ellos acuden al Conservatorio y muchos otros, a una actividad extraescolar de piano.

El encuentro de ayer les interesaba para conocer más a Martín García, residente en Polonia y que apenas pisa Gijón. Le preguntaron por su predilección por el piano, por sus piezas favoritas, por sus conciertos o por su rutina como músico. García contó que arrancó en el mundillo por "copiar" a su hermano mayor y que no siente miedo al tocar frente a un gran público sino "respeto".

En 2023 ofreció alrededor de 80 recitales. Y ayer hizo mención al primero, a los 6 años, en el Palacio de Revillagigedo. No fue en solitario. En la actualidad, apuntó que su sala de conciertos preferida es la "MUZA Kawasaki" y reivindicó el "fondo físico" que requieren los pianistas.

Martín García relató una anécdota acontecida en Japón, cuando una mujer le reconoció. García aseguró que en el país nipón es una situación más o menos habitual, al igual que en Polonia. "Es una felicidad inmensa hablar con vosotros", le dijo a los alumnos.

El pianista deseaba animarles a que profundicen en su pasión. "Tienen que amar lo que hacen", sostuvo. "Los pianistas somos gente solitaria, nos relacionamos con una partitura", agregó el gijonés, encantado de que su figura pueda suponer "una inspiración" para los más jóvenes.

Como no podía ser de otra forma, la visita al colegio La Corolla concluyó con un breve concierto. "¡Vamos a disfrutar de la música!", proclamó Sonia Segarra, coordinadora de proyectos del centro. Se hizo el silencio y Martín García interpretó el "Vals del Gato", de Chopin, y la balada n.º 1 en sol menor del compositor polaco. Es la pieza favorita de Diego Cifuentes, alumno de la Escuela Enrique Truan. "He visto muchos vídeos y entrevistas suyas", señaló Cifuentes, un admirador de García, al que definió como "un grande de la música". Jana Rodríguez y Eva Fernández también aprovecharon al máximo la cita. "Puede inspirarnos para tocar más el piano y esforzarnos", manifestó Rodríguez. A Fernández, mientras, le interesó especialmente saber más sobre la trayectoria de Martín García, que actuará en el Auditorio Príncipe Felipe el próximo 2 de mayo. Por lo pronto, ayer fue profeta en su tierra en una mañana que no olvidará.