Enol supera el chasco del Gijón Arena

El cantante gijonés enamora a sus fans en su concierto en el Albéniz, tras la suspensión en el recinto de El Bibio

Verónica Clemente, con la sudadera que le regaló Enol y un ramo de flores, ayer, al inicio de la cola que se formó durante toda la tarde a las puertas de la sala Albéniz, donde actuó el artista a las 20.30 y 23.30 horas.

Verónica Clemente, con la sudadera que le regaló Enol y un ramo de flores, ayer, al inicio de la cola que se formó durante toda la tarde a las puertas de la sala Albéniz, donde actuó el artista a las 20.30 y 23.30 horas. / Nico Martínez

"Llevo aquí desde las doce del mediodía. Tengo muchas ganas de verle y escucharle". Esto lo decía ayer Verónica Clemente, que se encontraba al frente de la larga cola que se formó hasta la apertura de puertas de la sala Albéniz, donde a las 20.30 horas estaba previsto el concierto de Enol. Era la primera de las dos actuaciones que el cantante gijonés tenía hoy programadas, y que venían a sustituir a su gran concierto programado también para ayer en El Bibio, con el que se iba a estrenar el Gijón Arena, y que finalmente fue cancelado por el aplazamiento del certamen debido a "factores logísticos". "Estoy muy agradecido por el apoyo de Gijón y más con todo el inconveniente que ha habido con la plaza de toros, que al final nos hemos quedado un poco vendidos y obligados a buscar alternativas", expresó el artista, que se encontró con sus seguidores a las 16.30 horas a las puertas del local en el que más tarde iba a cantar, entre otras, las canciones de su reciente trabajo, "Te traje flores".

Fue en ese momento cuando correspondió el apoyo de sus fans. "Me dijeron que había gente desde las doce. Para nosotros es un orgullo que la gente haya aceptado el cambio, que todos los comentarios han sido buenos y que hayan entendido que ha sido algo que nos vino de sorpresa y que hemos tenido que lidiar con la situación como pudimos", afirmó Enol, antes de hacer hincapié en que "me hacía bastante ilusión" inaugurar el Gijón Arena. "Era súper especial, era un recinto parecido a lo que es ‘El Invernadero’ de Las Ventas de Madrid. Pero bueno, soy de pensar que si las cosas no se dan ahora, se darán en otro momento cosas más grandes y bonitas", señaló el joven cantante, quien a su llegada le entregó una sudadera a Verónica Clemente, que viajó hasta Gijón desde Torrelavega (Cantabria) para reencontrarse con su ídolo. "Solo por esto ya ha merecido la pena todo el viaje", recalcó.

El cantante Enol, ayer, en el interior de la sala Albéniz, donde ofreció por la noche dos conciertos. | Nico Martínez

El cantante Enol, ayer, en el interior de la sala Albéniz, donde ofreció por la noche dos conciertos. / Nico Martínez

"Ya le he visto tres veces en directo. Me sé todas sus canciones de memoria, pero especialmente me gustan las de ‘Te trajo flores’ porque tienen letras más bonitas", subrayó Clemente, una de las que acudió a la sala Albéniz con un ramo de flores. "Si puedo se lo daré después del concierto", indicó. Sin embargo, Clemente hubiera preferido ver a Enol bajo la cúpula transparente que iba a colocarse sobre la arena en El Bibio. "Me hacía mucha ilusión que fuera con un aforo y un espacio más grande. Sobre todo por él, por ver que ha crecido y que puede abarcar más público", reconoció.

Otra de las que también portaba un ramo de flores era Nazaret Cuetos, de 16 años. "Lo he visto más de 15 veces. Después de Gijón iré a Madrid y a Valencia las próximas semanas", relató Cuetos. Para ella fue "un chasco" la suspensión del Gijón Arena. "Sabemos que Enol había trabajado mucho tiempo en ese proyecto y que saliera mal me dio pena por él, sobre todo porque era su primera vez como cantante principal", desarrolló.

En esa misma línea se pronunciaron las adolescentes gijonesas Eni Obaya, Eire Brandón y Paula Alonso. "Fue un chasco. Era un espacio más grande y novedoso porque a la sala Albéniz ya hemos venido otras veces. En la plaza de toros nunca habíamos estado en un concierto y era especial", sostuvieron. Si bien, valoraron positivamente que Enol les diera la oportunidad de escucharle sin modificar la fecha que ya tenían señalada en sus calendarios. "Hacer dos sesiones en el mismo día tan seguidas nos parece un esfuerzo bastante grande. Tiene un mérito enorme lo que va a hacer", agregaron. De acuerdo con sus palabras se mostraron Irene Fernández, Andrea Iglesias y Sara Fernández. "Era el concierto más grande que él iba a hacer y era ilusionante", lamentaron.

Junto a estas tres jóvenes estuvieron desde las 14.00 horas la berciana Esther Panduro y su hija, Esther Franco. "La fan es mi hija y yo vengo de acompañante", explicó Franco, de 47 años, que bromeó diciendo que "parezco la abuela de todos". Respecto al cambio de ubicación del concierto, Franco criticó que "el sitio no es lo mismo. Allí iba a ser especial". Su hija añadió que "sé que a él le hacía ilusión cantar en la plaza de toros, pero con tal de verle por quinta vez me conformo".

Pese a no conocerse anteriormente, todas ellas departieron durante muchos minutos a lo largo de la calurosa jornada. "Estábamos aquí, de repente empezamos a hablar y desde entonces estamos haciendo que pase el tiempo más rápido", apuntó Sara Fernández. "Si llega a estar lloviendo hubiera sido diferente", dijo Panduro.

De esta forma transcurrió una larga espera que los centenares de seguidores de Enol que abarrotaron por la noche la sala Albéniz hubieran preferido realizar a las puertas de El Bibio.

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