Esta es la mejor escuela de barberos de España (y está en Gijón)

Un centro de formación de peluqueros del Polígono recibe un premio nacional: "Hay que combinar métodos tradicionales y modernos"

Pedro Cavielles y Laura Armendáriz, ayer, con el premio en la peluquería

Pedro Cavielles y Laura Armendáriz, ayer, con el premio en la peluquería / Ángel González

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Fue una sorpresa la nominación como finalistas. Y una gran emoción cuando la plataforma Barberías con Encanto, al entregar uno de sus premios, en este caso en la categoría de Mejor Escuela de Barberos, determinó que la distinción debía ser para un modesto centro de formación para peluqueros, situado en Gijón, en el Polígono de Pumarín. "Es un gran alegría y satisfacción. Somos una escuela pequeña, pero tenemos una historia y valores detrás de 100 años, de la marca Paulino, que lo trasladamos a los alumnos", cuenta Pedro Cavielles, descendiente de los fundadores y que se encuentra al cargo actualmente del negocio situado en el Polígono de Pumarín, uno de los cinco de Paulino Peluqueros que se encuentran en Asturias.

La distinción llega no solo por el trabajo que hacen con los alumnos, que actualmente son doce, sino también por la labor social. "El trabajo de la academia se hace para la iniciación por un lado y por otra para la progresión de profesionales. Y las prácticas las realizamos en entidades sociales de la ciudad, como en el Albergue Covadonga, o con ayuda para gente de proyectos de la Fundación Siloé o Mar de Niebla. Lo que ayuda por un lado a la gente que no tiene recursos y a la gente que se está formando a tener el volumen más alto de prácticas posible", resalta Cavielles. "Lo máximo que tenemos son 16 alumnos, aunque ahora somos doce, pero lo peculiar es que tengamos trabajo diario para cuatro o cinco. No es habitual que una academia tenga unos 50 servicios al día", añade.

Sobre una de las claves por las que Cavielles cree que han sido claves para obtener el premio, el peluquero cree que es la combinación de estilos y técnicas. "Hay que combinar métodos tradicionales y modernos, que es lo que intentamos inculcarles".

Y se refiere también a la importancia de mantenerse en continua renovación: "La mayor evolución se ha visto en los últimos diez años, en el plano técnico por ejemplo con la mejora de productos, herramientas y técnicas". Una circunstancia que traslada especialmente a las barberías: "Han superado a las peluquerías de mujeres. Antes para los hombres la visita era mensual y ahora vienen casi semanalmente, no solo para el corte de pelo, sino para arreglar la barba. Ya es casi como una moda de ropa, que cambia por temporadas, no existe una tendencia fija, por eso es necesario renovarse continuamente".

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