Las "luces largas" de Kiko Miyares llegan a Gijón por "Carreteras secundarias"

El artista llanisco muestra en la Galería Bea Villamarín su nueva serie de coches y haces de luz: "Busco que estos vehículos me lleven a lugares desconocidos"

A la izquierda, varias de las esculturas que expondrá Miyares. A la derecha, un coche, con el haz de luz horizontal.

A la izquierda, varias de las esculturas que expondrá Miyares. A la derecha, un coche, con el haz de luz horizontal. / LNE

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Con "Carreteras secundarias", el artista llanisco Kiko Miyares continúa desarrollando la línea creativa de sus últimos trabajos, con esculturas de coches que se ven "continuados" en el haz de luz que proyectan.

En su última exposición, que se podrá ver desde mañana en la Galería Bea Villamarín de Gijón, el autor da a sus creaciones un toque más local, las dota "como de un hilo argumental sinuoso, como ocurre con las carreteras asturianas", explica el artista, que juega con la idea de que "esas carreteras secundarias se presentan como espacios de posibilidades".

Las piezas de la muestra, que presenta a veces en vertical y a veces en horizontal. Entre las segundas, figura un paisaje dibujado en la frontal del haz de luz. De su lado, las verticales aparecerán, explica, con esa primera idea creativa de "representar un coche en caída".

La exposición toma alguno de los trabajos que ya había mostrado en la serie "Carreteras o barrancos". Miyares presenta al público coches con un toque antiguo, desde utilitarios normales, camionetas rancheras que acercan al mundo rural, ambulancias o funerarias. "No quería buscar el coche como un producto tecnológico y todo eso de los coches eléctricos de ahora", puntualiza.

El toque futurista quiere darlo más por el lado de la aventura, de no saber a dónde conducen sus piezas artísticas: "Son carreteras secundarias que te llevan a lugares desconocidos, en los que te puedes encontrar muchas cosas fuera de esta sensación de globalización y tecnología. Son carreteras que te llevan a los pueblos, donde hay personajes y te encuentras animales sueltos. Es una zona como de sorpresa. Se habla de ese mundo inesperado, algo que es del pasado, pero que mantiene la magia y están fuera del control y la prefabricación".

Todas las obras que conforman la muestra están realizadas en madera, al igual que los haces de luz que prolongan el influjo lumínico y vital de los vehículos. "Estoy muy cómodo con ese material, con el que puedes trabajar rápido o hacer correcciones. Me gusta que se vea la madera y la huella del proceso", explica, antes de decir que en sus procedimientos técnicos caben hasta motosierras y radiales; "pero todo es trabajo manual, porque de esa manera le doy un punto de calidez a la obra".

Miyares, que desarrolló gran parte de su primer trabajo en Bilbao, se ha asentado los últimos años, de regreso, en su Llanes natal, desde donde desarrolla proyectos con un sello personal como el que podrá verse desde el viernes en Gijón, "con un guiño a la nostalgia".

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