Infraestructuras refuerza la vigilancia de las obras de fondos europeos en ejecución

El enfoque que el actual equipo de gobierno ha decidido dar a la gestión de los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) no solo supone un cambio de estrategia a la hora de decidir qué proyectos se van a presentar a partir de ahora, optando por proyectos ya desarrollados en el ámbito municipal y no por su elaboración a partir de las líneas de cada convocatoria, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA. También se deja sentir en una reordenación de la gestión interna para garantizar un mayor control de las obras ya en marcha. En este sentido, uno de los cambios fundamentales ha sido la incorporación, con carácter permanente, de la Dirección General de Infraestructuras al denominado comité técnico PRTR, que es el órgano que establece el plan de gestión de estos proyectos.

Ya que la mayor parte de los proyectos que ahora mismo tienen este tipo de financiación, y los que aún luchan por conseguirla, se corresponden con obras públicas o tienen un elevado componente de obra o rehabilitación, se ha considera trascendente sumar al área de Infraestructuras para hacer el seguimiento de la obra en su fase de ejecución. En ocasiones se trata de un seguimiento in situ. No hay que olvidar que entre los 31 proyectos que Gijón tiene aprobados suman algo más de 40 millones en subvenciones. Y que se trata de proyectos de tanta envergadura como la zona de bajas emisiones de La Calzada, la reforma de los colegios Los Campos, Castiello y Rey Pelayo, las ampliaciones de las redes de carriles bus y carriles bici, o la renaturalización del Piles, por poner unos ejemplos.

La nueva ordenación del trabajo interno ha incluido también expandir la gestión a las empresas de Aguas (EMA) y Medio Ambiente (Emulsa) para que asumen sus proyectos y reforzar el papel del área de Contratación en el seguimiento de los expedientes y en la coordinación con otros servicios de cara a solventar las fases finales de los proyectos. Tanto en su ejecución como en la justificación de gasto ante las entidades que hayan facilitado la subvención europea, que es igual de importante.

Todos estos cambios los presentó ayer en comisión a los grupos municipales el responsable de la Dirección General de Alcaldía, Coordinación y Proyectos de Ciudad, Jaime Fernández-Paíno. Junto a los datos generales: 49 proyectos presentados, 31 aprobados, 12 denegados, una renuncia y cinco pendientes de resolución.

Tras la comparecencia, los ediles de PSOE e IU –los dos partidos que sustentaron el anterior gobierno que impulsó la participación de Gijón en convocatorias de fondos europeos– coincidieron en denunciar la "falta de ambición" del equipo de Carmen Moriyón en este asunto.

"El gobierno de Carmen Moriyón se ha limitado a presentar cinco proyectos en casi un año de mandato y dos de ellos habían sido denegados, por tanto, solo han tenido que hacer modificaciones. Es el caso del proyecto de gestión integral del agua de la EMA y del proyecto de permacultura de Los Pericones. ¿Es esta su estrategia para que Gijón avance hacia un modelo de ciudad eficiente, sostenible inteligente?", se preguntaba en voz alta la socialista Carmen Eva Pérez, al tiempo que denunciaba la pérdida de recursos.

Para Javier Suárez Llana, portavoz de IU, el nuevo plan municipal refleja "la falta de ambición del gobierno local con los fondos europeos lo que demuestra es, ausencia de ideas y de proyecto de ciudad. Eso, y pocas ganas de trabajar. Los fondos europeos ofrecen posibilidades de financiación como probablemente no vayamos a volver a tener para abordar retos de ciudad, desde la necesaria regeneración del espacio urbano hasta la modernización de los servicios públicos". Para Suárez Llana "renunciar a ello es renunciar a que la ciudad siga avanzando. Volvemos a los años de parálisis y conformismo de los gobiernos de Carmen Moriyón".

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