El servicio de baños para discapacitados en Poniente comenzará el 15 de junio

La playa tendrá aseos adaptados a personas ostomizadas | La reforma del parque Electra incluirá la plantación de nuevos árboles

Playa de Poniente.

Playa de Poniente. / LNE

R. V. / S. G.

El servicio de apoyo a personas con discapacidad o movilidad reducida en la playa de Poniente estará este verano operativo un mes más de lo habitual, del 15 de junio al 15 de septiembre. Fue uno de los datos que aportó ayer el edil de Medio Ambiente, Rodrigo Pintueles, a los responsables de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Asturias (Cocemfe) y de la Unión de Discapacitados del Principado de Asturias (UMA) con quienes se reunió para hablar del programa de playas accesibles.

Además, y "por primera vez", como destacó el edil, "habrá un aseo adaptado para personas ostomizadas, cuyas obras ya están en marcha desde hace tres semanas". Pintueles destacó la ampliación presupuestaria para el servicio que ha pasado de 68.000 a 77.000 euros.

Rodrigo Pintueles, además, se reunió, junto al concejal de Participación Ciudadana Guzmán Pendás, con la asociación vecinal "La Serena", de El Llano. Sobre la mesa estuvo el proyecto de reforma del parque Electra. Pintueles explicó las razones de la retirada de algún árbol de la zona, llevada a cabo debido a cuestiones de enfermedad de los ejemplares o porque habían llegado al final de su vida útil. "Se plantará arbolado de futuro", anunció Rodrigo Pintueles, que ensalzó que, a raíz de la reforma, el parque contará con un "mejor valor ecosistémico". Asimismo, las zonas estanciales se reubicarán a la parte más soleada, lo que implicará una renovación del mobiliario urbano y de los juegos biosaludables. "Queríamos tener la información y haremos una reunión vecinal para explicar el proyecto", destacó Arancha Sánchez, presidenta de la asociación "La Serena", que subrayó que el barrio no quiere "una tala indiscriminada de árboles".

Pintueles y Pendás mantuvieron un encuentro también con la asociación San Julián de Somió, donde se trataron los criterios científicos y técnicos que rigen el cuidado de las carbayeras. Hace unos días, de hecho, cayó un roble centenario en la Carbayera de Laviada. "Cuando se trata de ejemplares viejos, es necesario que se mantengan hojas y pequeñas ramitas sobre la raíz del árbol, ya que con el paso del tiempo se reduce su capacidad de absorber nutrientes del suelo a través del sistema radicular y eso se sustituye con los que les proporciona la capa vegetal que cubre la parte de las raíces que va asomando al exterior", detalló Rodrigo Pintueles.