Investigadoras gijonesas a pie de calle (o más bien de plaza)

"Es un premio al esfuerzo", dicen las alumnas galardonadas con el "Rosario de Acuña" por estudiar las plazas públicas

Sofía Rodríguez, a la izquierda, y Sara Gutiérrez, ayer, a la entrada del IES Rosario de Acuña.

Sofía Rodríguez, a la izquierda, y Sara Gutiérrez, ayer, a la entrada del IES Rosario de Acuña. / Ángel González

A la joven Sara Gutiérrez se le ocurrió de repente, dice que como en esos momentos "de iluminación" que se ven en las películas, que para la asignatura de Proyecto de Investigación podría abordar con su compañera, Sofía Rodríguez, un estudio sobre las plazas de Gijón. Aquel trabajo, y gracias en parte a los ánimos dados desde su IES Rosario de Acuña, se presentó al concurso de proyectos de investigación que convoca el propio centro y resultó ahora ganador en la modalidad educativa del certamen. Destaca el jurado la buena exposición de un tema que se aborda desde diversos ámbitos y, las dos estudiantes, que cursan primero de Bachillerato, entienden que el galardón premia el "esfuerzo" que les supuso el trabajo de campo realizado, que incluyó una encuesta a pie de calle para contar con relatos orales y una documentación "muy amplia". El resultado, titulado "Plazas de Gijón", arroja entre sus resultados que, para los gijoneses, la ciudad tiene tres plazas "favoritas": la del Parchís, la de San Miguel y la plaza Mayor.

Las dos autoras del estudio tienen 16 años y comenzaron su investigación con una primera labor de situación y a la vieja usanza. "Cogimos un mapa y fuimos mirando cuántas plazas hay en la ciudad, que son bastantes, para ver cuáles nos llamaban más la atención", explica Rodríguez. Gutiérrez explica que, aunque no llegaron a contabilizar el número total de plazas –seguramente la cifra dependía, en realidad, de la definición de plaza que quisiese emplearse–, sí vieron muy pronto que, para su trabajo de clase, eran demasiadas. "Creo que las citamos todas, pero desarrollamos solo las más importantes", aclara.

En el Rosario de Acuña, y también gracias a su tutor, Julián Iglesias, los alumnos aprenden desde bastante jóvenes la importancia de recurrir a fuentes fiables y variadas, así que las dos estudiantes no se basaron solo en internet para su labor. "Empezamos por la biblioteca, con libros, y luego fuimos avanzando. Llegamos a ver postales antiguas, para ver cómo eran las plazas hace tiempo, y luego pudimos entrevistar a algunas personas mayores", relata Gutiérrez.

Este apartado de los testimonios orales fue uno de los elementos que el jurado del premio "Rosario de Acuña" valoró positivamente. Hubo una entrevista en detalle realizada a Alberto Ferrado, exedil y director del Colegio de Pumarín, y otras que se hicieron sobre la marcha y a pie de calle, a modo de encuesta. Las jóvenes recabaron opiniones de unas 30 personas, una muestra que, además, se cuidó de incluir a perfiles de participantes diferentes. Entre los encuestados hay gijoneses de todas las edades (el más joven tiene 10 y años y, el mayor, 65) y residentes en distintos barrios de la ciudad. Junto a las tres plazas favoritas, las dos investigadoras concluyeron que otros espacios públicos queridos a nivel local son plazas como la del Marqués, El Humedal, el Carmen y la de Italia. Iglesias, el profesor de las jóvenes, añade que otro aporte interesante de este estudio es el relacionado con la historia arquitectónica de estos espacios. "Fue un tema que se trató en clase, también, porque fue motivo de estudio en los trabajos de otros compañeros", explica.

Gutiérrez y Rodríguez consideran que los consejos de su tutor les sirvieron para que su estudio pudiese presentarse al galardón. "Nos dio pautas a seguir y nos decía qué cosas se podían hacer y cuáles no. Nos animaron desde el instituto a presentarnos al concurso y nos pareció bien, porque el trabajo ya lo teníamos hecho", razona Gutiérrez. "Con el premio ahora vemos que nuestro esfuerzo se queda reflejado en eso", añade Rodríguez. Ambas aclaran, sin embargo, que otros dos compañeros presentaron también su investigación al concurso y que el resto, aunque no participó en el certamen, sí hicieron también sus trabajos siguiendo las mismas recomendaciones de Iglesias. Por su parte, creen que la parte más tediosa fue la fotográfica: inmortalizaron todas las plazas para no tener "líos" con posibles derechos de autor. "Pero el tema nos interesaba mucho", reconocen.