Condenado en Gijón por acosar a su exnovia llamándola al timbre y enviando por TikTok mensajes durante horas

El procesado, que irá a prisión por sus antecedentes, confundió a un joven con la nueva pareja de su víctima al seguirla hasta casa

Juzgados.

Juzgados. / LNE

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Un hombre de 36 años acaba de ser condenado por un delito de coacciones después de acosar a su expareja sentimental, vecina de Gijón, tanto en su vivienda, donde estuvo durante largo rato llamando al timbre hasta la llegada de la Policía, como a través de la red social TikTok. Se da la circunstancia de que este individuo cuenta con antecedentes por un delito contra la salud pública que motivó una condena de tres años, pena que quedó suspendida siempre y cuando no delinquiese por un plazo de tres años (y que no recayera en su adicción a las drogas). Ahora, con este nuevo fallo impuesto por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Gijón se revocará esa suspensión y deberá ingresar en el Centro Penitenciario de Asturias en los próximos días.

El procesado y su víctima habían mantenido una relación sentimental durante alrededor de dos años y medio. Lo dejaron durante un año, pero retomaron sus encuentros, aunque sin llegar a convivir, en noviembre de 2023. Apenas un mes después las cosas volvieron a torcerse. De hecho, y según el relato de la denunciante, ocurrió un episodio violento en diciembre del año pasado, en el que este hombre la agarró por el cuello, mordiéndole ella para lograr zafarse. Este episodio motivó la ruptura definitiva, pero la mujer optó por no denunciar.

La situación entre ellos se agravó con el paso del tiempo. Este individuo, según la denuncia presentada, comenzó a seguir a su expareja, visitándola en al menos dos ocasiones en el negocio hostelero donde ella trabaja. El último episodio, y que luego derivó en la denuncia correspondiente, ocurrió el pasado miércoles, de madrugada, sobre la una y media. Ese día la siguió hasta el portal.

Tres años por drogas

La mujer, de 37 años, volvía de trabajar sobre la una y media. Al llegar al portal se encontró con un chico al que no conocía, pero que debía ser vecino de su inmueble. Entraron juntos y ella se fue a su piso. Desde fuera les observaba la expareja de la mujer, que pensó que el otro chico se trataba de una nueva pareja sentimental de su exnovia. Eso motivó que el ahora condenado comenzase a llamar compulsivamente por el telefonillo. La mujer optó por llamar a la Policía Local, que identificó a este joven, logrando de esta forma que se fuera. Pero el acoso siguió desde su casa, a través del TikTok durante varias horas. Hasta casi la una de la tarde del día siguiente. Los mensajes que de forma compulsiva emitía iban contra ella y también contra ese supuesto nuevo novio que no existe.

Dos años de alejamiento

El último incidente motivó que la mujer optase finalmente por denunciar en la comisaría la Policía Nacional estos hechos. Al día siguiente fue detenido por la Policía, acogiéndose a su derecho a no declarar. Y ayer mismo sí declaró en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer. Las partes implicadas en el proceso (defensa, Fiscalía y acusación particular) alcanzaron un acuerdo para dejar el delito en coacciones y la pena en 50 días de trabajos a beneficio de la comunidad, además de dos años de prohibición de porte de armas y de acercarse a su víctima a menos de 300 metros durante el mismo periodo de tiempo.

La mujer afectada, cuyo único objetivo es que este hombre dejara de seguirla y de molestarla, renunció a indemnización alguna y se mostró también favorable a no pedir cárcel para su expareja. No obstante, finalmente, este individuo entrará próximamente en el Centro Penitenciario de Asturias al haber incumplido las condiciones impuestas para suspender su condena por tráfico de drogas, que se hizo firme en el año 2022.

Las claves

Acusado. Un hombre de 36 años. Cuenta con antecedentes por un delito contra la salud pública por el que le impusieron en 2022 una condena de tres años de cárcel.

Víctima. Expareja del acusado. Tras un episodio violento optó por romper la relación sentimental. El procesado no lo aceptó, la siguió hasta su trabajo varias veces antes de ir a su casa a llamar al timbre de forma compulsiva y mandarle mensajes por redes sociales. 

Condena. Asumió 50 días de trabajos a beneficio de la comunidad, pero esta condena motivará su ingreso en prisión por los antecedentes. 

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