Los avances de la microcirugía verde de "Gijón EcoResiliente"

Al tiempo que van creciendo los árboles de sus recién plantados minibosques al estilo Miyawaki, el proyecto "Gijón EcoResiliente" va abriendo nuevos tajos para cambiar pavimento por naturaleza en Gijón. O por lo menos en las tres partes de Gijón sobre las que actúa este proyecto de renaturalización urbana financiado con fondos europeos: 1.200.000 metros cuadrados en el entorno de la cuenca de la calle Brasil (La Calzada), 600.000 en la cuenca del canal del Molín (Viesques) y 240.000 en la cuenca del río Pilón (Moreda). Un plan con un coste integral que ronda los 2,5 millones de euros.

Los vecinos de la calle Gabriela Mistral, en La Calzada, llevan ya días viendo a los operarios y las máquinas trabajar bajo sus ventanas. El objetivo es renovar de manera integral ese ámbito del entorno del centro de salud para generar una zona verde con espacios de estancia y arbolado. Toda la zona verde irá sobre un gran sistema Estocolmo de plantación. La idea, aquí como en otros espacios, es verdificar espacios "duros" de ciudad. Las actuaciones calle a calle de "Gijón Ecoresiliente" en La Calzada ya se han dejado ver en el camino del Rubín y la calle Federica Montseny. Aún sin fecha está la propuesta de actuación sobre las isletas que hay frente a la iglesia de Fátima.

En la segunda de las tres ubicaciones de la zona oeste donde actúa este proyecto –entre El Natahoyo y Moreda– se ven ahora mismo máquinas trabajando frente a la sede vecinal "Atalía", en el camino del Cortijo, para ampliar el parque colindante y generar una nueva zona estancial. Y ya está casi finiquitada la actuación en la esquina de confluencia entre la calle Cortes de Cádiz y la avenida José Manuel Palacio, donde además de ampliar la zona verde se han solventado los problemas de accesibilidad que tenía el ámbito. Para más adelante quedan los trabajos previstos en varios puntos del barrio de Moreda, incluida la plaza de La Habana, con la idea de renaturalizar espacios ahora duros y generar tramas verdes que conecten con el vecino parque de Moreda

Y dando el salto a Viesques, donde está la tercera área de actuación de este proyecto, los procesos de renaturalización en marcha o ya en previsión se concentran en las áreas que, por un lado, conforman las calles Concejo de Castrillón, Concejo de Colunga y Concejo de Caravia y, por otra, los patios de las calles Smara y Ciudades Hermanadas. En el primer caso se trata de tener un sistema Estocolmo de plantación que apoye a los microconectores que conecten los parques de Los Pericones y Fluvial. Y en el segundo, una parte de la actuación conlleva reverdecer un espacio de patios entre edificaciones residenciales.

Son pequeñas actuaciones, pero muchas, variadas y diseminadas por los tres barrios, lo que supone que ese reverdecimiento se deja ver esquina a esquina y calle a calle. Al tiempo que se generan itinerarios de conexión entre las grandes zonas verdes de esos territorios. Itinerarios para los humanos, pero también para la fauna que comparten con ellos la vida. Aunque la mayor parte de las veces nadie se fije en ella.

En cuanto a los minibosques, una de las actuaciones más llamativas de la propuesta, habrá una segunda plantación previsiblemente en noviembre. Para entonces ya habrán vuelto a las aulas los escolares. Algo importante porque su participación, al igual que la de entidades vecinales y sociales, es uno de los ejes de un proyecto que no solo busca que Gijón sea más verde. También que sea más consciente de la importancia de serlo.

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