Así será el museo con forma de "búnker" en el que se convertirá la batería militar del Cerro, en Gijón

El nuevo edificio se colocará al final de la senda peatonal y tendrá una sala de proyección, un área de recepción y aseos

Reproducción de cómo será el nuevo edificio

Reproducción de cómo será el nuevo edificio / LNE

El plan para reimpulsar la vieja batería militar del Cerro incluirá finalmente un edificio de nueva construcción que se colocará al inicio del entramado, donde termina la senda peatonal de acceso, e incluirá una sala de proyección, una zona de recepción y aseos. El local, que evocará un "concepto búnker", ocupará unos 70 metros cuadrados de planta y actuará como pieza central del plan de musealización de este entorno, enmarcado en un plan financiado con fondos europeos y que ya tiene en marcha la obra de la batería militar baja, situada junto al skate park. La hoja de ruta del plan, que afronta ahora la redacción de su proyecto constructivo con la previsión de salir a licitación ya a finales de este año, incluye también labores de impermeabilización en todo el sistema constructivo, habilitar aseos públicos y reparaciones puntuales en los tramos constructivos más deteriorados. La actuación, diseñada por el servicio municipal de Arquitectura, se ha coordinado desde la concejalía de Infraestructuras.

El plan abarca parte de las viejas fortificaciones del Cerro en su parte más alta. El peñón de Santa Catalina, por su ubicación, fue siempre un espacio estratégico de defensa en la ciudad, pero se convirtió formalmente en una batería militar a partir de 1989 y a consecuencia de la guerra con Estados Unidos. En aquel momento, el entorno se convirtió en una zona militar de acceso restringido, y se recuperó como espacio público por el Ayuntamiento en los años 80, un siglo después. El entorno fue también un emplazamiento defensivo durante la Revolución de Octubre de 1934.

La batería está incluida en el catálogo urbanístico e incluye construcciones semisoterradas y bajo rasante. En verano de 2021, se realizó una primera obra de adecuación como primera fase para el plan ahora en desarrollo y que permitió habilitar un tramo de los locales soterrados como espacio expositivo. En esa primera actuación, se adecuaron varias estancias y túneles y se crearon unas escaleras entre los pasadizos laterales, una obra que no se aprecia a simple vista pero que mejoró notablemente el entorno soterrado. Toda la intervención, no obstante, se centró en el tramo central de la batería, dejando por ahora sin adecuar el resto de estancias.

Entorno del Cerro donde se edificará el nuevo centro de recepción para musealizar la batería militar | Ángel González

Entorno del Cerro donde se edificará el nuevo centro de recepción para musealizar la batería militar / Ángel González

El nuevo proyecto, que al inicio desarrolló el área de Turismo –el plan se enmarca en un programa de sostenibilidad turística–, queda ahora en manos de Infraestructuras y plantea varias actuaciones. Por un lado, según se recoge en la memoria, "existen numerosas filtraciones" en las fortificaciones que hoy por hoy impiden un uso continuado de las mismas como centros expositivos. Se plantea, además, la necesidad de habilitar aseos públicos y recontextualizar el entorno para que la batería del Cerro se convierta en un "centro de interpretación".

La hoja de ruta, ahora, plantea un plan de impermeabilización en todo el entorno y en su parte posterior para evitar filtraciones. La memoria sugiere levantar la capa superior de tierra, colocar una impermeabilizante, y recubrirla, por lo que tras la obra no se apreciará un cambio estético. Se garantizará una técnica específica en el entorno del "Elogio del Horizonte" para no afectar a su cimentación.

El plan incluirá una adecuación general de las carpinterías exteriores, ya que muchos huecos están actualmente tapiados para evitar actos vandálicos, lo que permitirá también crear nuevos sistemas de ventilación. Se habilitarán cierres "antivandálicos". En cuanto a los aseos, se pretende que sean una "dotación" más de la zona verde, más allá del proyecto de musealización, y se prevé que puedan colocarse aprovechando uno de los "repuestos", una estancia soterrada que hoy usa Parques y Jardines y que se sitúa en la zona oeste.

Por último, el edificio de nueva planta se sitúa en el tramo central ya señalado porque "coincide con la zona de entrada que había tenido la fortificación si se hubiese completado su construcción", según recoge la memoria, y actuará como área de recepción y punto de información a visitantes. Su sala de proyección podrá usarse, también, como local expositivo. El nuevo centro, cuya puesta en marcha ha tenido que recibir el visto bueno de Patrimonio, tendrá un acabado exterior de hormigón y simulará un efecto "búnker", sin apenas aberturas. La superficie a construir no llega a los 80 metros cuadrados y dejará una planta útil de 65. La altura del centro no excederá los tres metros y solo obligará sacrificar una zona de estancia con cinco bancos.

Como actuaciones paralelas, el plan que verá la luz a finales de este año incluye también mejoras en la red de saneamiento, instalar barras metálicas que señalen el trazado de los antiguos raíles por donde se desplazaba la munición y reparaciones puntuales en dinteles y fachadas, así como la creación de huecos a modo de ventilación. La obra se cerrará con la eliminación de grafitis y toda la obra implicará un seguimiento arqueológico que supervisará el arqueólogo municipal Rubén Montes. La contextualización de esta vieja batería militar abrirá al público antes de marzo de 2026, fecha límite que impone Europa para su financiación. Desde Infraestructuras, no obstante, consideran que la actuación terminará antes y señalan que ayudará a "poner en valor un espacio importantísimo de la ciudad", así como que su diseño se ha agilizado en estos meses para garantizar la viabilidad del proyecto.

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