Un bautismo de mar como si fuese un desembarco militar

"Es una oportunidad única, solo se vive una vez", destacan, emocionados, los participantes

Asistentes del primer «bautizo de mar», en El Musel, sobre una de las lanchas de desembarco que porta el «Galicia» | Marcos León

Asistentes del primer «bautizo de mar», en El Musel, sobre una de las lanchas de desembarco que porta el «Galicia» | Marcos León

"Nos parece surrealista estar aquí subidas". Estas palabras las pronunciaron Maica de la Granda y su hija, Marina Gallo, al ver cómo comenzaban a alejarse del dique del buque de asalto anfibio "Galicia" sobre una de las lanchas de desembarco anfibio (LCM) que dieron la posibilidad de completar un "bautismo de mar" a los múltiples grupos de gijoneses y visitantes que no quisieron desaprovechar la jornada de puertas abiertas en El Musel. "Llama mucho la atención porque al estar ahí metidos no piensas que hay todo esto metido dentro del barco. Es impresionante", agregaron.

El alférez de navío Guillermo Cervantes acompañó a decenas de asistentes y a este periódico en el primer bautismo de mar del sábado. Con la proa levantada y con el dique a 2 metros de profundidad, el LCM partió desde las oscuridad hacia la intensa luz que entraba desde el exterior. Durante media hora, los presentes recorrieron los rincones del puerto de Gijón y saludaron a quienes se encontraban en el interior de los otros buques que completaron la revista naval del viernes.

Entre ellos estaban las alumnas de la Federación de Vela del Principado de Asturias María Estévez, Valeria Gutiérrez, Carmen Pañeda, Carmen Suárez, Sofía Bolaños, Elisa Rivero e Iyán Pérez. "Es una oportunidad única para los que nos gusta el mar. Esto solo se vive una vez", resaltó Rivero.

Otros de los que decidieron conocer de primera mano las lanchas que les impresionaron durante el acto central del Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS) en Gijón fueron Jochen Ebert, Rosa de Orueta y sus hijos, Nicolás, Luis y Sofía. "Los vimos ayer, fue precioso y nos quedamos con ganas de más. Que ofrezcan la posibilidad de salir en las lanchas de desembarco es una pasada", aplaudió De Orueta.

Tras culminar el paseo y volver al interior del "Galicia", la sargento primero destinada en la Comandancia Naval de Gijón, Soraya Pena, le entregó un diploma a los participantes. "Notamos que vienen muy contentos e ilusionados. Había muchísima cola desde antes de que abrieran las puertas", destacó Pena.

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