Este es el listado provisional de admitidos en las escuelinas infantiles de Gijón

La elección no será definitiva hasta el 5 de junio y ya está abierto el plazo de alegaciones al proceso

Vista de la escuela infantil Eusebio Miranda, en una imagen de archivo.

Vista de la escuela infantil Eusebio Miranda, en una imagen de archivo. / Ángel González

A. F .V.

Abierto el plazo de alegaciones y subsanación de errores del proceso de admisión en las escuelinas de Gijón. El Ayuntamiento hizo públicas ayer las listas provisionales de los catorce centros de 0 a 3 años del concejo. En la documentación, colgada en la web municipal (puedes consultarla pinchado aquí), aparecen reflejados los admitidos provisionales por su número de registro, la puntuación obtenida por cada uno en el baremo y las distintas observaciones. También quiénes ocupan por ahora las listas de espera y aquellas peticiones que requieren de alguna subsanación. También las peticiones excluidas. El plazo de alegaciones estará abierto hasta el 30 de mayo.

La previsión es que, una vez finalizado el plazo y analizadas las alegaciones y subsanaciones, las listas definitivas se hagan públicas el próximo 5 de junio, misma fecha en la que comenzará el periodo de formalización de matrículas, que permanecerá abierto hasta el día 14 de ese mismo mes.

La concejalía de Educación recibió este mayo 1.100 solicitudes de matriculación para el próximo curso de las escuelinas. Esta cifra supera en 111 a las de un año antes. Se estima que este incremento se debe a la gratuidad de los centros de 0 a 3 años, que el próximo año lectivo ya estarán integradas en la red autonómica de escuelinas y no tendrán coste para los ciudadanos.

Actualmente Gijón cuenta con la red de centros de este estilo más potente de la región con un total de 14: Atalía, Contrueces, Escolinos, Eusebio Miranda, Los Pegoyinos, La Serena, Los Playinos, Los Raitanes, Montevil, Nuevo Gijón, Nuevo Roces, Tremañes, Vega La Camocha y Viesques.

El aluvión de peticiones de nuevo ingreso en la red de escuelinas, llevó a algunos docentes a pensar en que durante el próximo curso tendrán una mayor carga de trabajo. "La sensación es que estaremos a tope", advertían.