La calle La Merced de Gijón celebra una década sin coches: "Ahora tiene más vida"

"El cambio fue para mejor, no hay duda", coinciden los vecinos y comerciantes cuando se cumplen diez años de su peatonalización

"El cambio ha sido para mejor. Sin ninguna duda". Hace ahora diez años, el Ayuntamiento, entonces gobernado en solitario por Foro, anunciaba un plan de peatonalización en la zona centro que afectaba a una docena de calles, entre ellas La Merced, en su tramo entre Jovellanos y Munuza. En un primer momento, la noticia fue polémica, ya que algunos vecinos y comerciantes rechazaban el acceso exclusivo a viandantes y denunciaban la pérdida de plazas de aparcamiento, 125 en total. Las quejas también se extendieron al momento de las obras, muy lentas a juicio de los empresarios. Hoy, con la perspectiva que da el paso de una década, todo son alabanzas a un planteamiento que animan a llevar a otras calles: "Pasa más gente, entra más gente y es una calle muchos más agradable", afirman.

Natalia García, propietaria de la tienda Tea Sinensis, en el número 25 de La Merced, recuerda perfectamente las obras. "¿Cómo no me voy a acordar?", dice y, sin esperar, se responde: "Fue un auténtico acierto". Y se explica: "La calle ahora tiene más vida, la gente viene paseando tranquilamente, ves familias, más turistas… Siempre estuve a favor de la peatonalización y animo al Ayuntamiento a que lo siga haciendo", afirma la comerciante, que lleva dos décadas en esa calle. "La mitad con tráfico y la otra sin él; y sin duda, mucho mejor ahora", ahonda.

"Pasamos de una calle angosta y que no era de paso a una calle mucho más luminosa y atractiva", afirma sin dudas Guillermo Monje, quien lleva más de una década, "porque recuerdo estar aquí y que pasaran los coches", detrás del mostrador de la célebre librería Paradiso. Considera que la peatonalización de La Merced la ha convertido en "una calle que entra dentro del itinerario habitual hacia el centro". "Por ejemplo, los días que hay actividades en el Antiguo Instituto, en el Parchís o durante el verano, notamos que muchísima gente cruza por esta calle, algo que antes, con la acera minúscula que teníamos, no pasaba", señala el dependiente, quien cree que el cambio también ha ayudado a dinamizar la parte comercial de la vía. "Ahora se ven menos locales vacíos que antes", afirma sobre los escasos establecimientos que mantienen la persiana bajada, entre los que destaca la ya extinta Droguería Asturiana, que mantuvo sus puertas abiertas entre 1934 y 2021.

Ana Muñiz abrió su negocio, Jo Mami Kids, una tienda de regalos para niños, hace justo once años. "Y a los pocos meses comenzaron las obras", rememora la empresaria, que aunque recuerda aquella época "con un poco de lío, sobre todo porque era incómodo y entraba mucho polvo en el establecimiento", el resultado "ha merecido la pena". "Me tocó la lotería. Ahora la calle es mucho más accesible y más cómoda, por ejemplo pensando en la gente que viene con carritos, como muchos de mis clientes", afirma.

José Antonio Sierra y Mónica Antuña, abogados con despacho en la propia calle también recuerdan la polémica originada en su día con el anuncio de la peatonalización, pero no dudan en afirmar "que la calle ganó". "El resultado es muy bueno", aseguran. Del mismo modo lo ve José Oliver, profesor del cercano colegio Jovellanos, quien cruza todos los días con su hijo Martín por La Merced para ir al centro educativo. "La calle ahora es mucho mejor para el peatón, sobre todo cuando vas con niños, que te puedes despreocupar de peligros", argumenta. Muy parecido lo ven Mónico Gómez y Satur Ruiz, quienes coinciden en que la calle, peatonalizada, "es mucho más cómoda". "Hay que ver las circunstancias de cada zona, pero la peatonalización nos gusta y es muy cómoda para el ciudadano".

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