Un nuevo acceso en la trasera del Palacio de Revillagigedo hará visitable el refugio de Cimadevilla

Medio millón de euros servirán para acondicionar el túnel y darle uso turístico, con visitas guiadas para grupos de diez personas

Actual acceso al refugio antiaéreo de Cimadevilla.

Actual acceso al refugio antiaéreo de Cimadevilla. / Ángel González

La reconversión del túnel que da forma al refugio antiaéreo de Cimadevilla en un nuevo atractivo turístico de la ciudad como ruta para visitas guiadas en grupos de unas diez personas conllevará la recuperación del acceso ubicado en el patio trasero del Palacio de Revillagigedo. Allí estará la entrada al recinto y el vestíbulo de recepción de los visitantes. Esa es una de las condiciones que se fijan desde el Ayuntamiento en el pliego de condiciones del contrato, recién publicado, para la redacción del proyecto técnico completo y la ejecución de las obras. En total, un presupuesto máximo de licitación de 520.800 euros (IVA incluido) de los que 45.000 van a la redacción del proyecto y algo más de 475.000 a la realización de las obras con un plazo de dos meses para la primera parte del contrato y de seis meses para la ciudad.

La recuperación con fines turísticos de esta pieza del patrimonio militar gijonés –y el estudio de la viabilidad de hacer lo mismo con el refugio de Begoña– es un proyecto impulsado en el marco del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, y para el que se cuenta con aportación económica europea del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Este proyecto no es ajeno a otras actuaciones que pretenden poner en valor las baterías militares de la costa, sobre todo las que hay en el Cerro, como espacios de uso cultural y turístico.

En lo que tiene que ver con el refugio de Cimadevilla, ahora mismo el único acceso al refugio está en la puerta de un almacén en la calle de Claudio Alvargonzález –bajo la Casa Paquet– así que la ejecución del nuevo acceso por el patio del Revillagigedo, al nivel de la hornacina situado en el bajo rellano de las escaleras, y de un nuevo tramo de galería con un antesala de 20 metros cuadrados que se usaría como punto de información y encuentro de los visitantes es una de las actuaciones a realizar en el proyecto. El resto de los trabajos físicos tienen que ver con la consolidación estructural de toda la galería –tanto de los tramos visitables como de uno que no lo será– el diseño de un sistema de drenaje de aguas y el acondicionamiento del refugio en cuanto a alumbrado, iluminación, climatización y protección contra incendios para poder cumplir con la normativa.

El refugio no solo está protegido en el Catálogo Urbanístico, sino que está dentro de un barrio que tiene la condición de conjunto histórico y cerca de elementos patrimoniales de primer nivel. Por eso una de las condiciones del proyecto es hacer un seguimiento arqueológico que garantice la preservación de las vecinas Muralla Romana y la Torre del Reloj. El proyecto a desarrollar ahora tiene como antecedentes estudios y sondeos desde 2018.

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