Transformación y progreso

La importancia de una prensa libre, con autonomía y compromiso con la verdad

Comunicar es convivir, y permite establecer espacios comunes, reconocer otras miradas y enriquecer la vida de quienes hacen posible una sociedad madura y abierta. Tres décadas de vida de un periódico como LA NUEVA ESPAÑA es una buena ocasión para celebrar la importancia crucial de una prensa libre, incisiva e independiente en la vida democrática. Sin esas condiciones de autonomía, rigor y compromiso con la verdad, se debilita uno de los instrumentos garantes de la pluralidad y espacio para el diálogo, así como el acuerdo para el debate y la discrepancia.

En aquellos comienzos del año 1994, desde las ventanas que hoy abrigan la redacción, podía vislumbrarse ya la primera fase de la transformación que paso a paso fue cambiando la zona Oeste. El "Elogio" se levantaba en la cima de un parque de Santa Catalina que la ciudad acogía con entusiasmo. También se podía observar la limpieza y dignificación del puerto deportivo y su paseo, una imagen muy distinta de las orillas portuarias deterioradas por el pasado industrial. Comenzaban, además, las obras de recuperación de la playa de Poniente, uno de los muchos cambios imaginados por nuestro siempre presidente y alcalde Tini Areces. La Semana Negra cambiaba su ubicación para que esta gran actuación fuera posible, y los trabajos del Museo del Ferrocarril estaban en marcha.

Caminábamos hacia un proceso complejo que solo una visión tan comprometida y estratégica como la de Areces podía imaginar y con la que seguiría su camino nuestra querida alcaldesa Paz Fernández Felgueroso. Quienes estábamos en ese oeste gijonés trabajando con las comunidades más golpeadas por la exclusión y el abuso de drogas veíamos también que, detrás de aquellas montañas de hierros, había una extraordinaria oportunidad de multiplicar ese espíritu de ciudad y municipio abierto que todas las gentes de Gijón/Xixón respiran y reclaman para sí. Los resultados de este empeño se han reflejado en cada edición, con sus alabanzas y críticas, pero entendiendo su vital importancia para nuestro futuro.

Hoy, 30 años después, necesitamos que dicha mirada siga atenta para que la transformación, que aún no ha finalizado, continúe la senda de la ambición que debe guiar los pasos de este proyecto de ciudad, una transformación defendida desde el PSOE a través de un riguroso Plan Costa. Nuestra propuesta ahonda en todo el barrio del Natahoyo y en el resto del litoral gijonés. Esperamos que el gobierno de Carmen Moriyón no se quede en la urgencia ingrata de unas infografías.