¿Cómo es un crimen desde la mente de su autor? Es la reflexión que la directora bosnia Selma Doborac aborda en "De facto", un documental que ahonda en crímenes de lesa humanidad, violencia extrema y terrorismo de Estado, como los perpetrados durante conflictos como la Segunda Guerra Mundial. "Buscamos que las palabras creen una imagen mental en el espectador. Que los elementos visuales no vicien el juicio para despertar un pensamiento crítico", desgranó ayer Doborac.
Tal y como explicó, le resultó "muy interesante contar los crímenes desde la perspectiva del criminal". "La víctima es el tópico", justificó. Para ello, realizó un importante trabajo documental recabando informes y testimonios de soldados de la Segunda Guerra Mundial, entre otros archivos. Una labor que se prolongó durante más de tres años. "Utilice la fuerza de dos figuras que se centran en no hablar de nombres, ni ubicaciones concretas. El texto supera la interpretación. Los actores son meros cuerpos que dan voz a historias atroces. Hay vacíos, lagunas que no son fáciles", detalló Doborac.
Para ella, "el concepto del ahora, del presente, es importante". "El tiempo corre de verdad en la película y es algo real y tangible. Por eso hay escenas tan largas, como una de 32 minutos sin ningún tipo de corte", detalló la cineasta.