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Presidente de la Asociación Asturiana de Periodistas y Escritores de Turismo

Lección en el Botánico

Vavílov, un aventurero empedernido y excelente investigador al que se ha recordado en Gijón

La actividad cultural llevada a cabo por los responsables del Jardín Botánico Atlántico es encomiable y digna de los mayores elogios. Sus debates, encuentros y proximidad al mundo natural convierten a este centro de la biodiversidad en un ágora cargado de enseñanza y sabiduría en ese complejo universo de la botánica. Y una de esas charlas programadas causó en mí una sensación de acercamiento a ese mundo de la ciencia verde y un notable estímulo para adentrarme un poco más en esos estudios de la tierra y sus cultivos.

La conferencia se refería al gran científico ruso de los años veinte del pasado siglo, Nokolái I. Vavílov, un portento de sabiduría y un estudioso a fondo de la genética e investigador intenso de la evolución de las plantas cultivadas. La lección magistral sobre la vida y obra de este destacado botánico fue obra del profesor de botánica de la Universidad del País Vasco Gustavo Renobales quien con su pedagogía y magisterio encandiló a la audiencia que llenaba la sala. Habló con entusiasmo y afecto de Vavílov un científico poco conocido en España y sin embargo un baluarte de esfuerzo y de prestigio en su país que con sus trabajos de diversidad genética en diferentes cereales alcanzó una notoriedad notable en los círculos académicos y científicos de Rusia y otros países de su entorno. Un aventurero empedernido y turista accidental, Vavilov recorrió los cinco continentes buscando las mejoras vegetales de diferentes plantas cultivadas y en esos viajes, en palabras de Gustavo Renobales "va desgranando sus hallazgos y nos hace partícipes de sus emociones ante algunos casos señalados reflejando mientras investigaba un mundo que en los años veinte sólo estaba empezando a vislumbrar las potencialidades de la nueva ciencia de la genética. El proyecto de Vavílov fue genial, ambicioso y generoso como pocos?siendo el artífice del mayor banco de semillas del mundo."

Este botánico con ideas renovadas y fuerza de ánimo dejó importantes trabajos y un libro memorable donde expone sus investigaciones por todo el orbe planetario. En su visita a España hace una mención a Asturias y señala que ésta alejada región puede competir con otras zonas como Andalucía dada la originalidad de sus cultivos y su importancia histórica. Y aquí se encontró con el cultivo de la escanda o espelta y dice en sus escritos "que dentro de España sólo se ha conservado en Asturias el cultivo de la auténtica espelta, un trigo vestido especial cuya procedencia sigue siendo hoy un misterio sin resolver. Mientras que el centro mundial de los trigos harineros se circunscribe a la Transcaucasia y a Oriente Próximo, hace ya muchos siglos, probablemente milenios, se aisló en los límites de Baviera, del Tirol y en Asturias una rama especial, genéticamente más próxima a los trigos harineros, pero completamente original, difícil de trillar y propia de las regiones montañosas. De todas formas la espelta asturiana es diferente a la tirolesa o la bávara, no es otoñal, sino exclusivamente de primavera. En Asturias se concentran mayormente formas de espelta con aristas?" Vavilof llegó a esta región en plena cosecha de la espelta y quedó asombrado por la forma por la manera de cortarla alejada de hoz o guadaña "sino con ayuda de unas varas de madera." En los días que permaneció en Asturias estudiando ese cultivo montañés aprovechó para estudiar las costumbres de este septentrión verde y su rica etnografía con sus bellos y prácticos "palafitos".

La charla del profesor Renovales sobre las andanzas de este científico ruso y sus estupendos trabajos quedará grabada en mi memoria por su estilo didáctico y por las enseñanzas recibidas gracias a un botánico de excepción como fue Vavílov. Sus investigaciones de altura científica quedaron ininterrumpidas por la feroz maquinaria represiva de los tiempos de Stalin. Vavílov, arrestado en 1940 y encerrado en una cárcel de Sarátov, la ciudad del Volga donde inició sus investigaciones, fue dejado morir por inanición? Un final triste, lamentable y aborrecible donde la sabiduría y el talento chocaban es ese tiempo con unas ideas políticas severas, absurdas y letales.

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