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Dos parques sin inaugurar oficialmente

Los espacios dedicados desde 2011 a Eladia García Palacios y a Moisés Carballo Abad nunca fueron estrenados y divulgados como merecen

El 1 de febrero de 2011, hace más de ocho años, se aprobó que dos zonas verdes de la ciudad llevasen los nombres de la maestra Eladia García Palacios y del ferroviario Moisés Carballo Abad. Podemos ver en la actualidad los dos parques, muy cuidados, con su placa callejera correspondiente, y sin embargo una deseable inauguración oficial nunca tuvo lugar. Entendiendo que eso lleva implícito la colocación de una placa que describa brevemente quiénes eran esas personas. Sin duda "estar en el callejero" es algo más que colocar una placa simplemente con sus nombres.

Nuestra intención es instar a las autoridades municipales venideras a que esos actos protocolarios tengan lugar a medio plazo, y también aprovechar ahora para dar unas pinceladas sobre Eladia y Moisés. Ella y él eran socialistas, y murieron por fusilamiento tras el fin de la Guerra Civil en Gijón.

El hermoso parque dedicado a la maestra lo podemos ver entre los nuevos Juzgados y la Carretera Vizcaína, y el del que fuera concejal en 1937 por las Juventudes Socialistas Unificadas (la unión de las Juventudes Socialistas y las Juventudes Comunistas) está en Contrueces, donde se une la Carretera Carbonera con la calle del pintor Manuel Medina.

Moisés Carballo Abad había nacido en Oviedo en 1910, hijo de Ángel y Josefa, y residía en Gijón. Trabajaba de ferroviario, fue presidente del Sindicato Nacional Ferroviario, militante de las Juventudes Socialistas y de la UGT, vocal del primer Comité de Guerra de Gijón y durante la Guerra Civil fue teniente de alcalde del Ayuntamiento de Gijón. Moisés Carballo Abad fue condenado a muerte en un Consejo de Guerra que tuvo lugar el 14 de junio de 1938, y ejecutado en el campo de concentración de Camposancos, en Tuy, Pontevedra, el 20 de julio de 1938.

Tenía Moisés Carballo Abad dos hermanos también represaliados. Uno de ellos, Eloy, era mecánico en Gijón, miembro de las Juventudes Libertarias y su condena fue de cadena perpetua. El otro, Isidro, había nacido en La Coruña y el 4 de marzo de 1938, cuando tenía 19 años, fue condenado a muerte, condena que luego se conmutó también por cadena perpetua. Era Isidro, como su hermano Moisés, miembro de las Juventudes Socialistas Unificadas y perteneció a los batallones Gorki y Espartaco.

Por su parte la maestra Eladia García Palacios, hija de Gaspar y Valentina, era gijonesa, de Somió, y tenía 34 años cuando el 29 de diciembre de 1937 fue fusilada en Gijón. Era miembro del PSOE y de la Asociación de Trabajadores de la Enseñanza de Asturias, ATEA. Fue directora del Asilo Pola y del Patronato San José.

La prensa gijonesa del 11 de diciembre de 1937 nos relata el "Juicio Sumarísimo de Urgencia" que condenó a Eladia a muerte, y vemos acusaciones que copiamos literalmente. Se la culpaba de "realizar una labor perniciosa y criminal con las niñas del Asilo Pola familiarizando a las alumnas con las ideas de libertad y de emancipación humana". También era acusada de "tener amistad con Belarmino Tomás", de "retirar rosarios a las niñas para que no rezasen", y de "inculcar a las niñas odio al fascismo". Ese mismo día fue condenada su hermana Aurora, que era sastra, a quince años de reclusión por "ser ayudante de su hermana Eladia y ser mala persona". Todas son citas textuales.

Los restos de Eladia García Palacios están en la fosa común del cementerio de El Sucu (Ceares), y su nombre figura en el monumento inaugurado allí el 14 de abril de 2010. Entre los 1.934 nombres relacionados hay ocho mujeres, una de ellas Eladia. Fue una de las ocho mujeres fusiladas en Gijón y como tal figura también su nombre en una placa que podemos ver frente al Museo Nicanor Piñole, antes edificio del Asilo Pola que ella había dirigido.

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