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Taza y media

Eloy Méndez

Celia Viada

El Festival de Cine de Gijón, que ha tenido la habilidad de resistir este año con el público en el sofá de casa, alumbró ayer una estrella: Celia Viada. La creadora, madrileña por las vueltas que da la vida, pero con lustrosas raíces en Cangas del Narcea (es nieta del intachable rector José Miguel Caso e hija de la prolífica escritora Ángeles Caso), recibió siete premios del certamen por “La Calle del Agua”, su primera incursión de verdad en el séptimo arte, que restituye a la fotógrafa Benjamina Miyar, sepultada en el olvido desde los años treinta. La película, englobada por algunos que saben en la corriente del “nuevo cine asturiano”, tiene el mérito de matar la indiferencia del espectador a base de relato y de factura. Sobresaliente debut para una joven directora que seguirá dando que hablar.

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