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Iván Pérez del Río

El liderazgo de Mallada, en juego

La reaparición de Pilar Fernández Pardo y la importancia de Gijón para la presidenta autonómica

Según informó LA NUEVA ESPAÑA, este sábado Teresa Mallada se reunió con Pilar Fernández Pardo y el exconcejal Pablo Fernández. Más allá del encuentro con estas dos personas, que además de ser buenos políticos son grandes profesionales, lo verdaderamente revelador han sido las palabras de Teresa sobre Pilar. Hacía falta que el PP asturiano reconociera el desacierto de una decisión injusta, de la que participó no sólo Mercedes Fernández, sino también los que sembraron cizaña entre ambas, y los que como siempre optaron por los silencios cómplices y cobardes.

Hacía falta que se rehabilitara internamente la figura de Pilar, una persona que en los momentos de más tribulación no se fue a Foro, ni a Vox, ni a Ciudadanos, sino que permaneció fiel y leal al Partido Popular. No todos pueden decir lo mismo. Supo aceptar la decisión injusta y retirarse en su casa y en su trabajo como médico, no en un cargo público pagado por todos o trabajando para una administración popular al modo “freelance”. Del mismo modo que supo aceptar el adelanto de Foro y facilitar su gobierno en Gijón.

Teresa Mallada dijo en esas declaraciones que no se puede desaprovechar el capital humano y animó a la sociedad asturiana a dar un paso al frente e involucrarse... Sería una contradicción total estas declaraciones con poner a dedo a un presidente/a que no cumpla con esas condiciones, cocinado en los despachos de Manuel Pedregal o Génova.

La tarea del PP en Gijón no es fácil. De las grandes ciudades de España debe ser la que más filiales del centro-derecha tiene. Hasta cuatro partidos. Y de los cuatro, el PP es el que más dividido está. La cabeza es importante, más en una estructura como la popular. Sin embargo, quizás lo más estratégico sea pensar en términos de equipo. La decisión no debe estar tanto en poner a “fulanito” y que éste organice el partido en Gijón, sino en el equipo.

Si finalmente se destituye a Marín, el modo más óptimo de elegir a ese equipo es con un congreso. Otra opción plausible es que la propia Mallada se siente y escuche a unos y a otros (va en el cargo...), negocie un equipo que recupere todo lo bueno de las diferentes facciones y entre todos decidan como líder a una persona de consenso. En todo este proceso ni Nuevas Generaciones, ni el grupo de concejales pueden ser un apéndice o algo residual.

Lo que está en juego, excede al propio PP de Gijón. Lo verdaderamente en juego es el liderazgo de Teresa Mallada. Gijón no lo puede delegar, ni puede imponer un líder que no suscite el consenso de todos. A veces para llegar a lo más alto toca embarrarse. Quien aspira a liderar un Gobierno autonómico, no puede delegar los problemas, sino afrontarlos proactivamente, con autoridad, buscando el consenso.

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