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Paco G. Redondo

Paro juvenil

Populismo, características, trampas y posibles soluciones

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado un bono de vivienda para los jóvenes, para implantar ayudas de 250 euros al mes durante dos años, y que beneficiará a jóvenes entre 18 y 35 años, con ingresos menores a 23.725 euros y ayudas directas a familias vulnerables. Falta conocer el desarrollo y concreción del anuncio. España duplica la media de paro juvenil de la Unión Europea. Así pues muchos jóvenes entre 18 y 30 años tienen menos de esos ingresos anuales. Ello no quiere decir que sea una ayuda justa, si viven con sus padres y estos ganan, por ejemplo, más de 48.000 euros anuales, en cuyo caso podríamos estar usando los impuestos de la clase media baja para subvencionar a los hijos de clase media alta. Este tipo de subsidios deberían referirse no a jóvenes aisladamente, sino a unidades familiares de convivencia.

Se podrá argumentar que también se procura favorecer la emancipación juvenil. O por otra cara de la moneda rebatir que es una manera de “comprar” votos a través de subsidios por aquí y subsidios por allá, cuando los jóvenes no necesitan que les den unos peces, cuanto que puedan pescar. Y para pescar un sueldo digno con un empleo productivo requieren una economía eficiente favoreciendo el ahorro y la inversión, no el despilfarro y un aumento constante del gasto público; la deuda pública española está ya en el 125% del PIB, o valor de la riqueza anual producida, lo cual es un lastre para el crecimiento económico y la prosperidad. Los millones de los alemanes no darán para todo siempre. Y no administra mejor quien más gasta, sino quien mejor invierte.

Trampa, Asturias tiene una población activa (en edad y condición de tener trabajo pagado) muy baja: pocos jóvenes, menos parados. Este paro juvenil tiene también tres causas. No contratan jóvenes porque no tienen experiencia laboral; y no pueden tenerla si no les contratan. El círculo vicioso podría romperse con una FP dual que conjugue aprendizaje eficaz con prácticas remuneradas en empresas. Tienen más paro las mujeres que los hombres, no por machismo –como nos venden-, cuanto por maternidad; para aumentar las oportunidades debería conciliarse mejor la vida familiar y laboral, con medias jornadas u horarios flexibles. Y el sector turístico es estacional, se crea mucho empleo en primavera pero se destruye en otoño, debería anualizarse en lo posible.

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