Uno de los acontecimientos políticos más determinantes en Gijón de aquí a final de mandato serán las primarias del PSOE en una fecha por determinar en el primer trimestre de 2022. La brecha abierta hace cuatro años, a diferencia de lo que ha ocurrido a nivel nacional y regional, no se ha cerrado en la ciudad y, salvo pacto o sorpresa de última hora, se verán las caras de nuevo Iván Fernández Ardura y Monchu García. En caso de reelección del primero, candidato preferido por el aparato autonómico, no se prevén grandes cambios en la relación con la Alcaldesa (es decir, Ana González seguirá teniendo un enorme margen de maniobra) ni en la vida interna. En caso de victoria del segundo, la dirección del partido tratará de influir mucho más en las decisiones que se toman en el Ayuntamiento y se intensificará la movilización de una parte de la militancia. La principal incógnita es el grado de intervención que aplicará la FSA en el proceso, llamado a ser la primera patata caliente sobre la mesa de Adrián Barbón después de que sea ungido de nuevo líder del socialismo asturiano en su propio congreso de diciembre (esta vez sin la menor discusión y seguramente con una aplastante mayoría).