El 28 de junio de 2022, víspera de San Pedro, entró ayer por todo lo alto en la historia de Gijón. La adquisición del paquete accionarial mayoritario del Sporting por parte del Grupo Orlegi implica un enorme giro para la entidad rojiblanca, parte consustancial de la ciudad desde hace 117 años, después de tres décadas como sociedad anónima deportiva y en busca del lugar que nunca debió abandonar: la Primera División. El cambio ha levantado una oleada de ilusión en una afición cabizbaja por la deriva de los últimos años y se produce en un momento clave por la llegada de millones de euros procedentes del fondo CVC de LaLiga para la mejora de infraestructuras. Falta ahora por conocer el proyecto a pie de campo, con una plantilla que pide a gritos renovación. Ahora sí que hay ganas de que empiece a rodar el balón.
