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Eloy Méndez

Taza y media

Eloy Méndez

Palacio y González

José Manuel Palacio. MARCOS LEON

En una de las decisiones más controvertidas de un mandato no exento de polémicas, Ana González le quitó a Juan Carlos I su avenida para dársela al exalcalde José Manuel Palacio. La dirección socialista de entonces, caída meses después, y la máxima autoridad municipal quisieron resarcir con ese gesto al primer regidor del actual período democrático, que fue defenestrado por su propio partido para designar candidato electoral a Vicente Álvarez Areces (hasta entonces apenas había sido reconocido, ya muerto, con un pequeño monolito en Los Pericones). Aquel cambio en el callejero, que se justificó por los problemas con el fisco del rey emérito, contenía por tanto una lectura política a escala local y sirvió para recordar que en el PSOE gijonés siempre han existido, por simplificar, dos almas de límites difusos que han ido cambiando de nombre, pero que tienen sus filias, sus fobias, sus usos, sus costumbres, sus afinidades sindicales, sus ídolos y sus íntimos anhelos. Solo las sucesivas victorias en las urnas de una parte mantuvieron a la otra forzosamente aletargada, pero la pérdida del poder y acontecimientos nacionales de hace un lustro acabaron por excitar esa división, que ahora puede unir los destinos de Palacio y González más allá de una avenida.

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