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Armando Nosti

El triunfo de la inquina

Ya está, la inquina ha triunfado una vez más. La vez anterior la broma le costó al PSOE pasar de 69.116 votos a 46.537 y de 17 concejales a 11. En porcentaje de votos pasaron del 56,54 a 37,69 iniciando una tendencia que acabó años después con la pérdida de la alcaldía, que no se recuperó hasta ocho años más tarde cuando el equipo que apoyaba a Ana González se impuso a los ahora llamados "veteranos". Quienes trampearon la asamblea de la Laboral son los mismos que han promovido ahora unas primarias que, como poco, pueden ser calificadas de atípicas.

Repiten para justificarse que las primarias son la máxima expresión de la democracia en un partido, que es justo lo contrario de lo que defendían en 1987 cuando trataron por todos los medios de evitarlas, teniendo que falsear el censo al no conseguirlo, para echar al alcalde que les impedía hacer sus cosillas.

Es cierto que las primarias son la máxima expresión de la democracia y que incluso deberían ser obligatorias por sistema, pero también es cierto que no se puede cambiar el reglamento en medio de una competición. Y las primarias que recogen los estatutos, está claro que no fueron pensadas para el uso que estos veteranos les dieron.

Y en realidad, las primarias fueron una simple disculpa para quitar del medio a una persona que no les resulta grata porque no es de su cuerda. Estos veteranos no solo cambiaron el reglamento en el descanso del partido, sino que, además, aprovecharon la ocasión para vituperar a su alcaldesa de una forma vergonzante, ignorando las circunstancias en que se desarrolló su mandato, los logros conseguidos y dando a la oposición munición que no tenía.

Y no señor Zapico, Palacio no fue el responsable de la pérdida de votos y concejales del PSOE en 1987. Palacio no se presentó a aquellas elecciones precisamente porque antepuso los intereses del partido a los suyos propios. Y aunque lo repita una y otra vez, puede engañar a unos pocos, pero la historia está ahí y la hemeroteca y los números también. Le voy a pedir un favor señor Zapico, deje en paz a José Manuel o lávese la boca antes de mencionarlo. Su comentario "Muchos se fueron y hasta crearon una organización y a pesar de poner en riesgo al partido hay algunos que hasta les consideran unos héroes de la causa. Hasta le dieron una calle" es la prueba elocuente de su fracaso, de la inquina y el odio que usted y los suyos llevan dentro.

En 1987 había un colchón de votos que impidió perder la alcaldía, ahora la cosa está muy ajustada, no hay apenas margen, si vuelven a perder la alcaldía tendrán que dar muchas explicaciones aunque ya será tarde.

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