Hakuna es un grupo comunitario cristiano, nada de colectivismo marxistoide, que se considera seguidor de Cristo, compartiendo un estilo de vida que se aprende de rodillas ante la presencia milagrosa de Jesucristo, oculto en la Sagrada Eucaristía bajo las apariencias humildes de pan y vino. En esos actos de plegaria y adoración los participantes en Hakuna aprenden a vivir arrodillados ante el prójimo, ante la vida y ante el mundo. Se trata de fomentar espacios de vida entre los participantes. Disfrutan de todo, incluso de lo que el mundo desprecia, porque en la creación no existen seres malos, y así glorifican a Dios.
Se esfuerzan en colaborar con el Espíritu para transfigurar todas las realidades. Desean vivir en la alegría de resucitados. Tratan de hacer de la vida una fiesta y de la fiesta un momento de la vida. Su forma de expresión preferente es la música, incluido el rock. Viven lo que cantan y cantan lo que viven. Con la música quieren recordar la belleza de la vida y mostrar a todos la belleza de Jesucristo (el Jesús de la historia y el Cristo de la fe). Hakuna nació en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, cuando un grupo de jóvenes españoles recogió el reto que les lanzó el Papa Fracisco cuando les dijo: "Haban lío en sus diócesis". Hakuna es una asociación de fieles, aprobada en Madrid por el que fue arzobispo de Oviedo, el cardenal Carlos Osoro. Hakuna, el 17 de septiembre, presentó en Vistalegre, ante 8.000 personas, su último disco, "QAOS", que tuvo una aceptación extraordinaria ante un público entregado y entusiasta que bailó, rezó y cantó al compás de ritmos atrevidos y rompedores. Las canciones de Hakuna se han hecho virales y miles de jóvenes en las redes sociales (Tik–Tok, Instagram...) las siguen y las cantan. Los que participan en las actividades de Hakuna afirman sin complejos que han encontrado el sentido a su existencia en Jesucristo: Camino, verdad y vida. Lo que afirmó ser Él.
