Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

El factor tiempo

A la operación de El Molinón le hacen falta años

En el uso de su legítimo y lícito interés, los dueños del Sporting ya se han puesto manos a la obra: derribo del actual Molinón, con todo lo que ello conlleva, y construcción de uno nuevo bajo un informe del yerno del nuevo propietario, aparte de un par de torres de pisos de nada. En total, con suerte, dieciocho meses de tramitación del expediente. Si la cosa va por la vía normal, serán algo más de dos años de nada. Para entonces, ya sabemos que la alegre señora de Carbayonia que se tomó un baño de mar en el Muro junto a la "rampla" con el amo Irarragorri, estará fuera de la Alcaldía y otras prioridades figurarán en la agenda del nuevo alcalde o alcaldesa.

El Molinón no vale nada arquitectónicamente, pero, en cuestión de sentimiento para los aficionados, vale lo que una montaña de diamantes. Por otra parte, ese horizonte del 2030 no tendrá sentido con el equipo en su estado natural de la permanencia en la Segunda División de la Liga de fútbol.

Reiteremos que más que una operación deportiva, de lo que no tiene nada, se trata de un negocio inmobiliario y que este mismo grupo Orlegi ya se separó allá del Tampico Madero de Tamaulipas porque no salió la conjunción de los proyectos inmobiliarios y deportivos, así que precedentes de una de las posibilidades de futuro ya existen. Entonces declararon que "debemos reconocer que fallamos; y entre otros muchos factores, tampoco logramos contagiar a la comunidad empresarial local para sumarse y recorrer juntos este camino", comunicaron a la opinión pública. Así que mucho más no nos hace falta saber. Ya conocemos el funcionamiento de esta propiedad actual.

Por otro lado, el grupo político dominante no está dispuesto, en una gran parte, a realizar desembolso alguno que exija la operación y tampoco es de esperar que lo hagan los actuales mandatarios de la provincia. Y no es porque se nieguen a ojos cerrados; lo hacen porque no hay de qué cajón sacar la manteca necesaria. Si Orlegi llegara con los 400 o 600 millones de euros precisos para la operación, propios y de los socios que obtenga, tras la larga y procelosa tramitación administrativa, seguro que saldrían los planes adelante.

Han elegido los gestores sportinguistas mal momento, por ser preelectoral, y por la diferencia de algo más que matices en lo político con México. La consecución de la unión de voluntades es más complicada que en el país del águila real. No hace falta practicar las artes adivinatorias para esperar con expectativas encontradas el desarrollo y remate de la operación. Somos la ciudad con una estación de trenes provisional desde hace años y con otras actuaciones vitales imprescindibles por hacer.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.