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Alejandro Ortea

Varadero de Fomento

Alejandro Ortea

Abra cadabra

No vale presumir de cientifismo y creer en la magia

Parece que Alperi, el jefe del SOMA, visitó mucho el despacho de la Alcaldía de nuestra villa marinera durante el proceso de obtención de firmas por parte del grupo de socialistas locales que solicitaba elecciones primarias para poner al candidato a primera autoridad municipal. Y parece que se implicó mucho cuando la perdedora en aquellas primarias, Ana Puerto, se metió en campaña contra el luego ganador, Floro. Para alguien nuevo que aterrizara en la política asturiana resultaría extraño el interés del responsable de un sindicato minero, sin casi mineros, en los avatares del Partido Socialista de la más populosa ciudad asturiana. Para los habituales de la provincia, sin embargo, la cosa era de lo más normal porque tanto interés del sindicato minero por Gijón lleva décadas dándose.

Lo que sucede es que durante los últimos años de mandato de la infausta dama de Carbayonía habían logrado sentar sus reales en la villa y su concejo, como si todo él se hubiera convertido en una gran Camocha. Desde hace unos meses, las cosas han vuelto a lo que es el estado natural de la cuestión desde que en los 80 del siglo pasado se desató el apetito voraz del SOMA y su capo, el delincuente Fernández Villa. Se supone que las bajas apetencias de José Luis Alperi Jove por su dominio sobre Gijón se atemperen y se dedique a lo suyo, que no pasa, tampoco, por jugar a las cartas con el hombrín de Laviana en Suárez de la Riva, allí puesto para llevar el tema de toda la provincia. Es lamentable que no queden documentos gráficos publicables de tales encuentros en la cumbre, en los que tantos planes se fraguaron, tantas alegrías se produjeron y, por fin, tantas decepciones se hicieron triste realidad.

A la todavía primera autoridad le gustan las fotos según y cómo. Las que ella planifica le parecen de perlas, pero hay otras que prefiere que ni se se produzcan y, de hacerse, no se publiquen. Por eso, el otro día entró en cólera porque la directiva de la Agrupación Local, de la que es integrante nata por el cargo institucional que ocupa, propagó un retrato de la mesa de la reunión en la que ella aparecía junto al actual candidato y aspirante a sucederla. Es posible que a la próxima ejecutiva aparezca con burka para prevenir tentaciones de algún fotógrafo despistado. Eso de no desear aparecer junto al aspirante, Luis Manuel Flórez, tiene algo de superstición. Puede que la mujer, creyente de su gran inteligencia y habilidades políticas, repute que al aparecer juntos, él absorba parte de su sabiduría. Ella tiene que saberlo todo y lo que no sabe, lo inventa. Son cosas de la magia.

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