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Sariego

Nuevas epístolas a "Bilbo"

José Manuel Sariego

Sociedad de la supervivencia

Sobra la existencia en estos tiempos convulsos

Así califica a la actual Byung–Chul Han, el filósofo medio surcoreano y medio alemán que, en otras ocasiones, te cité. Me dirás –te veo venir– que no te complique la existencia, que no te cuente milongas, que tú bastante tienes precisamente con sobrevivir. Tampoco me voy a poner a discutir contigo hoy, so falso, so hipócrita. Te lanzo unos párrafos extraídos de un reciente artículo periodístico del autor y si quieres pararte a pensarlos, te paras. Si no, que te den morcilla.

Escribe: "...Ya antes de la pandemia se propagaba la histeria por la salud. Lo que más nos preocupa hoy es sobrevivir, como si nos halláramos en permanente estado de guerra...".

Continúa: "...Todas las fuerzas vitales se aplican para prolongar la vida a cualquier precio...".

Sigue escribiendo: "...En vista de la pandemia, la enconada lucha por sobrevivir experimenta una radicalización viral. La guerra contra el virus hace que se recrudezca la lucha por sobrevivir. El virus convierte el mundo en una cuarentena en la que la vida se anquilosa por completo, convertida en supervivencia. La salud es elevada a objetivo supremo de la humanidad. La sociedad de la supervivencia pierde por completo la capacidad de valorar la calidad de vida. Incluso el disfrute es sacrificado en el altar de una salud entronizada como objetivo en sí mismo, a la que Nietzse llamaba ‘la nueva diosa’...".

Ejemplifica: "...También la rigurosa prohibición de fumar remite a la histeria por sobrevivir. La supervivencia debe sustituir al disfrute. No puede disfrutar quien únicamente se preocupa por sobrevivir. La prolongación de la vida se acaba convirtiendo en el valor supremo. De buen grado sacrificamos a la supervivencia todo lo que hace que la vida sea digna de ser vivida. En vista de la pandemia, también se acata sin discusión la radical restricción de derechos fundamentales. Aceptamos sin rechistar el estado de excepción, que reduce la vida a pura supervivencia. Bajo el estado de excepción viral nos confinamos voluntariamente y nos ponemos en cuarentena...".

Y añade: "...Toda época tiene sus enfermedades emblemáticas. Así, existe una época bacterial, que, sin embargo, toca a su fin con el descubrimiento de los antibióticos [...]. El comienzo del siglo XXI, desde un punto de vista patológico, no sería ni bacterial, ni viral, sino neuronal. Las enfermedades neuronales como la depresión, el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la personalidad (TLP) o el síndrome de desgaste profesional (SDP) definen el panorama patológico de comienzos de este siglo...".

Finalizo la selección de parrafadas de Byung-Chul Han: "...Durante la cuarentena, sin contacto social, se agudiza la depresión, que es la auténtica pandemia del presente...".

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