Comienza la temporada del peregrino: abre el albergue Villa de Grado, que estará operativo hasta el 31 de octubre

El equipamiento recibió a tres mil caminantes el año pasado

El concejo cuenta con otros dos municipales, en San Xuan de Villapañada, y en Cabruñana, y además de varios alojamientos privados

Albergue Villa de Grado.

Albergue Villa de Grado. / O. T.

Este viernes 1 de marzo ha vuelto a abrir el albergue municipal Villa de Grado, que estará operativo toda la temporada, hasta el 31 de octubre. Está ubicado en la calle Maestra Benicia, sobre el parque de Arriba, en el edifico que antiguamente ocupaba la cantina del antiguo mercado de ganado. Cuenta con 16 plazas y está a cargo de la Fraternidad Internacional del Camino de Santiago (FICS). El colectivo funciona de modo que cada quince días sus miembros acuden al albergue "a encargarse de todo lo necesario para recibir y cuidar a los peregrinos durante las siguientes semanas". Se trata de un albergue de donativo, es decir, "el peregrino aporta lo que pueda según su criterio a cambio del alojamiento". "Esta forma de recibir y cuidar a los peregrinos, la hospitalidad jacobea, ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad", recuerdan desde el Ayuntamiento de Grado.

Los peregrinos que pasan cada temporada por Grado se cuentan por cientos, aunque esta primera quincena de marzo suele ser de las menos concurridas. El albergue Villa de Grado no admite reservas, las camas se otorgan por orden de llegada al albergue a partir de las 14.00 horas y es obligado llevar saco de dormir.

Grado tiene otros dos albergues municipales, el de San Juan de Villapañada, con 20 camas, y el de Cabruñana, con 18. En la villa hay otro privado, además de otros alojamientos y promociones especiales para los peregrinos.

El Villa de Grado abrió en 2016 y se encuentra justo al final de la primea etapa del Camino Primitivo de Santiago (Oviedo-Grado). El año pasado tuvo 3.000 peregrinos durante sus ocho meses de apertura (1 de marzo al 31 de octubre), de los que 1.273 eran españoles y el resto de otros países, sobre todo alemanes, franceses, italianos, estadounidenses y portugueses, recuerdan desde la Oficina de Turismo moscona.