Varsovia / Oviedo

La repatriación de los restos de las víctimas del accidente del avión presidencial polaco que el pasado sábado se estrelló junto al aeropuerto ruso de Smolensko continuó ayer, mientras aumentaron las protestas contra el entierro del presidente, Lech Kaczynski, y su esposa, María, en el histórico castillo de Wawel, en Cracovia, donde reposan los reyes polacos y los héroes de la Patria.

La polémica se ha acentuado por la propuesta del conservador partido Ley y Justicia (PiS), el de Kaczynski, de que los restos de la pareja sean trasladados en un tren especial desde Varsovia a Cracovia, para que los ciudadanos puedan despedirles a lo largo del trayecto.

El presidente fallecido sería honrado así de igual manera que el mariscal Jozef Pilsudski, quien en 1918 devolvió la independencia a Polonia tras siglos de dominio ruso, alemán y austriaco.