Washington

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, adelantó ayer que el final de la guerra de Irak, que tenía previsto proclamar en un discurso a la nación la pasada madrugada, no debe llevarle a «cantar victoria» o a caer en la «autocomplacencia», porque «queda mucho por hacer» en el país árabe.

Obama viajó a Fort Bliss (Texas) para reunirse con los soldados que han regresado de Irak y felicitarles por su labor en el frente, horas antes de que se emitiera su discurso desde el despacho oval, coincidiendo con el final oficial de la misión de combate en el país árabe.

En su intervención ante los soldados, el presidente quiso adelantar el contenido del discurso que iba a pronunciar en horario de máxima audiencia, antes del cual telefoneó a su predecesor en el cargo, George W. Bush, artífice de la invasión.

Según los planes de Washington, hasta diciembre de 2011, cuando todas sus tropas saldrán de Irak, permanecerán en suelo iraquí unos 50.000 soldados estadounidenses para tareas de formación.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, afirmó ayer que la salida de las tropas de combate de EE UU deja un Irak «soberano e independiente».