Las últimas tres refinerías bloqueadas en Francia, todas ellas de la multinacional Total, reanudaron ayer su actividad, después de que trabajadores de otras instalaciones votaran a favor de volver al trabajo. El bloqueo de las refinerías formó parte de las protestas contra la reforma de las pensiones, que el jueves mostraron signos de agotamiento en una nueva jornada de paro en la que sindicatos y Gobierno reconocieron que el número de manifestantes se redujo significativamente.