Los responsables de la política exterior española no tienen muy buena opinión de algunos líderes iberoamericanos, especialmente del venezolano Hugo Chávez, a quien la actual ministra, Trinidad Jiménez, llegó a calificar de «payaso». Así figura en alguna de las comunicaciones de la Embajada de Estados Unidos desveladas por Wikileaks, según las últimas informaciones periodísticas en las que también se pone de relieve la rivalidad entre Jiménez y su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Moratinos, bien explotada en su beneficio por Washington.

Moratinos receló de Jiménez desde su nombramiento como secretaria de Estado para Iberoamérica en 2006. El embajador Eduardo Aguirre cuenta cómo el Ministro le dijo en Ronda que temía el «impacto negativo» de Trini en asuntos clave y que además su protagonismo redujera la influencia de su número dos, Bernardino León. Unos meses después Aguirre escribe que Jiménez, persona de confianza de Felipe González y de Zapatero se había hecho cargo «claramente» de Latinoamérica.

La primera visita de Moratinos a Cuba evidenció esa rivalidad. Jiménez le requirió al Ministro una buena comunicación con la Embajada, contraria al viaje. La secretaria de Estado confirmó a sus interlocutores que la visita a la isla estaba ya acordada. Aguirre contraponía la poca experiencia del Ministro sobre Cuba con la postura escéptica de Jiménez sobre la cúpula castrista.

Esas diferencias entre Moratinos y Jiménez las explotó EE UU, sobremanera contra el Ministro, a propósito de la venta de barcos patrulleros y aviones a Chávez. Un subordinado de la secretaria de Estado llega a expresar a la Embajada la «perplejidad» del equipo ante esta gestión de Moratinos. Las críticas desde la parte de Jiménez, con calificativos de «graves errores», se vuelven a reproducir durante la visita a Caracas de José Bono, entonces ministro de Defensa, para la venta de material militar. Aguirre desvela, además, el desacuerdo de Moratinos con Felipe González y su defensa del programa nuclear iraní.

En cuanto a las opiniones sobre Chávez, la Embajada norteamericana da cuenta de que varios interlocutores españoles de los estadounidenses -incluido el presidente Zapatero- coinciden en que la situación en Venezuela es «un desastre».

Los diplomáticos españoles explicaron que la primera visita de Chávez a Madrid en 2005 fue debida a su «fuerte insistencia» y a la segunda «se autoinvitó». Trinidad Jiménez cree que Chávez «está en otro mundo» y que «es un bestia, pero no un estúpido».

Los dos agujeros negros de la región son, según Moratinos, Venezuela y Cuba, y respecto a este último país, los cables de la Embajada apuntan al desdén de Zapatero por Castro y subrayan que el presidente español no ha querido reunirse con él. Tampoco con el nicaragüense Daniel Ortega, de quien Trinidad Jiménez dijo que era el peor y a quien Bernardino León tildaba de «errático, imprevisible o causa perdida». Moratinos ve a Evo Morales como «ignorante e inexperto», pero al menos lo considera honesto. Los presidentes de México, Felipe Calderón, y de Brasil, Luiz Inácio Lula de Silva, son los líderes naturales de la región, según Trinidad Jiménez, quien recela de «la excesiva dependencia» de Cristina Fernández de su marido, ahora fallecido, según los papeles de la Embajada americana difundidos por Wikileaks.