Muamar al Gadafi se convirtió en el primer jefe de Estado al que la "primavera árabe" no sólo le costó el poder, sino también la vida. Sirte, su ciudad natal, cayó en manos de las tropas de la revolución junto con el ex ministro de defensa Abu Bakr Yunis, a quien también dan por muerto algunas fuentes.

Para Alí, oriundo de la ciudad portuaria de Misrata, es la mejor noticia en mucho tiempo: Muamar al Gadafi, el excéntrico dictador que determinó el destino del país durante más de 40 años, ha muerto.

"Las brigadas Tigre de Misrata le hallaron escondido en una tubería bajo tierra del suministro de agua de la ciudad de Sirte, relató con satisfacción Alí, quien en los últimos meses él también se sumó a los "revolucionarios" contra las tropas gadafistas.

Tal vez nunca se sabrá con exactitud si Gadafi se resistió, si había resultado herido horas antes durante un ataque de la OTAN o si fue uno de los combatientes quien le disparó, pues los nuevos líderes en Libia, que recuerdan muy bien como Gadafi hace unos meses les insultaba llamándoles "ratas, que se ocultan en sus escondites", tienen un gran interés de mostrarlo como cobarde, que se escondía en un agujero al igual que lo hizo Sadam Hussein.

En las calles de Misrata, bombardeadas durante meses por las tropas de Gadafi, se veía a la gente celebrar la noticia. Repartían dulces, y la victoria sobre el tirano hoy sí que era realmente dulce.

Gadafi estuvo dando vueltas durante semanas como un fantasma por Libia. Los insurgentes habían liberado la capital, pero con sus mensajes de audio, que pudo difundir a través de la televisión siria, el dictador desaparecido propagaba el miedo y la disensión. Y algunos libios, para quien el hombre fuerte del país durante cuatro décadas esa casi como una fuerza de la naturaleza, consideraban posible que algún día regresara al poder.

El hecho de que Gadafi haya sido encontrado en su ciudad natal, Sirte, sorprendió al gobierno de transición, pues se creía que se encontraba escondido en el sur de Libia, en el desierto, cerca de la frontera con Argelia.

Ahora que Gadafi está muerto comienza el grueso del trabajo para el Consejo Nacional de Transición y su presidente, Mustafa Abdel Yalil, pues hasta la fecha tanto él como el gobierno de transición que encabezan el primer ministro Mahmud Yibril han sostenido siempre que el proceso político arrancaría cuando fuesen "liberados" los últimos territorios al este de Trípoli.

Ahora tendrán que recuperar las armas que tienen los insurgentes, organizar las elecciones y decidir quién de la antigua cúpula comparecerá ante los tribunales y a quién se perdonará.