Tras más de cuatro meses de asedio, la localidad siria de Kobani es desde ayer una ciudad libre de yihadistas después de que las fuerzas kurdas expulsaran a los combatientes del Estado Islámico (EI), en una batalla que se ha convertido en un símbolo de resistencia. Sin embargo, desde el interior de la población, sus autoridades se mostraron más cautas y, aunque admitieron que se ha establecido el control kurdo, también advirtieron de que "todavía hay combates en algunas calles" del este de la localidad.