El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se reunió ayer con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, para intentar convencerle de que acepte la oferta de acuerdo consensuada el lunes por la noche por los tres acreedores (la propia Comisión, el FMI y el BCE) con la ayuda de la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande.

Se trata de una propuesta que el presidente del Ejecutivo comunitario presentó a Tsipras en clave de "oferta final". Primero, en la reunión que mantuvieron a solas; y más tarde, en presencia del jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.

El propio Dijsselbloem se encargó de enfriar las expectativas de alcanzar anoche un acuerdo definitivo, dado que, aun siendo aceptado, necesita ser aprobado en la próxima reunión de los países del euro. Todavía "queda un duro trabajo" por hacer, aclaró.

Más optimismo mostró el ministro español de Economía, Luis de Guindos, quien dijo estar "completamente seguro" de que el acuerdo se alcanzará. Y también Hollande, quien vaticinó que el consenso con Atenas llegará en "días, incluso horas".

Sea como fuere, Tsipras tendrá que presentar hoy a su partido la oferta de Juncker, y ya hay convocada una reunión del grupo parlamentario de Syriza, cuyo ala más extremista teme que el primer ministro acceda a cruzar algunas de las líneas rojas que prometió no atravesar.

El portavoz parlamentario de Syriza, Nikos Filis, advirtió que sólo con que doce diputados no apoyen la propuesta de Juncker -si hay tal, puntualizó- habrá que celebrar nuevas elecciones.

Grecia debe pagar este viernes 300 millones de euros al FMI, un vencimiento al que se enfrenta con crecientes problemas de liquidez. En total, este mes Atenas debe abonar 1.600 millones a la institución que preside Christine Lagarde, pero Filis volvió a dejar ayer muy claro que el Gobierno heleno no pagará si no tiene a la vista un acuerdo más amplio.

De hecho, antes de viajar a Bruselas, Tsipras reclamó a los acreedores que sean "realistas" y ayuden a cerrar un acuerdo que termine con la especulación de que el país puede abandonar la eurozona.

Del contenido de la oferta no ha trascendido prácticamente nada, pero, dadas las dificultades que Atenas tiene para hacer frente a los vencimientos de deuda, algunas fuentes señalan que la UE estaría dispuesta a conceder a Grecia una suma de dinero para afrontarlos, siempre y cuando aceptara acometer rápidamente una serie de reformas. La idea es extender la actual prórroga del segundo rescate, que expira el 30 de junio, y después negociar un tercero, algo a lo que Tsipras se opone tajantemente.

Habría un principio de acuerdo sobre una subida del IVA, una reforma de las pensiones y el establecimiento de "superávit primarios más bajos", pero en otros puntos la distancia entre las partes es aún grande.