China ataca el proteccionismo de Trump y llama a evitar guerras comerciales

El presidente de China, Xi Jinping, defendió ayer la globalización y la apertura comercial, y pidió a los líderes mundiales que digan "no" al proteccionismo que propugna el presidente electo de EE UU, Donald Trump, y eviten guerras comerciales.

Trump ha dejado claro su rechazo a la globalización y ha abogado por el proteccionismo y por el "América primero", lo que incluye la retirada del país de acuerdos comerciales recientemente pactados -como el Transpacífico- y la imposición de aranceles a las importaciones provenientes de algunos de los principales socios comerciales de EE UU, como China o México.

Las amenazas de Trump de imponer aranceles del 35% a las producciones externalizadas han hecho mella en el sector del automóvil estadounidense, que ya ha anunciado renuncias parciales a fabricar sus modelos en México. Ayer fue General Motors, la última firma que quedaba por pronunciarse, la que comunicó el traslado de parte de su producción de México a EE UU.

Entre tanto, se sucedieron los pronunciamientos sobre otra de las bestias negras de Trump, el acuerdo nuclear con Irán, que su próximo secretario de Defensa, el general James Mattis, es partidario de mantener, aspecto en el que choca con su futuro colega de Estado (Exteriores), Rex Tillerson, un petrolero sin experiencia política. La UE advirtió ayer al magnate de que se trata de "un acuerdo multilateral, que no puede ser renegociado de forma bilateral" entre EE UU e Irán.

El presidente de Irán, Hasan Rohaní, aseguró desde Teherán que su país no va a aceptar una renegociación del acuerdo nuclear aunque lo solicite Trump. El acuerdo fue firmado, tras largas negociaciones, el 14 de julio de 2015 entre Irán, por un lado, y EE UU, Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania.

En el plano interno, cuando faltan sólo dos días para la investidura de Trump, 49 legisladores demócratas de la Cámara de Representantes anunciaron que no acudirán al acto, en protesta por las políticas de exclusión anunciadas por el republicano. No hay precedentes de un boicot de esta naturaleza en EE UU.