La sentencia por la que, el pasado martes, el Tribunal Supremo del Reino Unido obligó al Gobierno de Londres a solicitar el permiso del Parlamento para activar el "Brexit" ha obligado a la primera ministra, la conservadora Theresa May, a actuar deprisa para cumplir los plazos previstos. El Ejecutivo presentó ayer ante el Parlamento el proyecto de ley que debe cumplir la exigencia judicial y que comenzará a ser debatido por la Cámara de los Comunes el próximo martes.

El proyecto consta de dos artículos y en el segundo se enuncia que se otorga a May "el poder de notificar, en virtud del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea, la intención del Reino Unido de retirarse de la UE". La tramitación en los Comunes debería estar lista hacia el 8 de febrero, para pasar a los Lores, donde puede alargarse un poco más. La intención de May es invocar el artículo 50 antes de finales de marzo. El líder laborista, Jeremy Corbyn, que no quiere obstaculizar los trámites, anunció ayer que, si es preciso, exigirá disciplina de voto.