El Departamento de Defensa de Estados Unidos reveló ayer que el Ejército chino podría estar realizando actualmente entrenamientos para atacar objetivos militares estadounidenses y de sus aliados en el Pacífico, como parte de una estrategia de Pekín para expandir y afianzar su dominio en regional en esta zona de Asia.

En el último informe anual al Congreso estadounidense, divulgado el jueves, el Pentágono advirtió que cazabombarderos chinos han estado desarrollando las capacidades para atacar tanto objetivos marítimos en el Pacífico como blancos tan lejos de China como les sea posible.

"En los últimos tres años, el PLA (Ejército Popular de Liberación) ha expandido rápidamente sus áreas operativas de bombarderos sobre el agua, adquiriendo experiencia en regiones marítimas críticas y probablemente entrenando para ataques contra objetivos estadounidenses y aliados", afirma el documento elaborado por el Pentágono.

De ese modo el PLA, las fuerzas armadas del Partido Comunista chino que actúan de facto como ejército del país, podrían haber adquirido la capacidad "para atacar a las fuerzas estadounidenses y aliadas y sus bases militares el Océano Pacífico occidental, incluido Guam". Además, también estarían preparándose para unificar a Taiwán con China por la fuerza, pese a que la postura oficial de Pekín es la de una reunificación pacífica.

El Pentágono considera que las fuerzas armadas chinas, cuyo presupuesto en 2017 estimó en 190.000 millones de dólares, se encuentran en un proceso de renovación y reestructuración para cumplir con el mandato que el presidente, Xi Jinping, confirió el año pasado a las autoridades militares, cuando les ordenó intensificar sus esfuerzos para que China poseyera un ejército listo para "pelear y ganar" guerras.

El mismo día que Washington revelaba estas informaciones, el coronel y portavoz del Pentágono, Rob Manning, anunció que el desfile militar ordenado para noviembre por el presidente, Donald Trump, será pospuesto a 2019 por el aumento de su coste a más de 90 millones de dólares, frente a los 30 millones inicialmente previstos como máximo.

Trump solicitó la organización de un desfile militar tras quedar impresionado por el del 14 de julio de 2017 en París, al que asistió como invitado.

No obstante, Washington sí dio luz verde a la creación de un "Grupo de Acción por Irán" dentro del Pentágono; un equipo de alto nivel que tendrá como objetivo impulsar una estrategia de "presión máxima" contra Teherán para cambiar así "el comportamiento" del régimen iraní.