La guerra civil siria, el conflicto árabe con más implicaciones internacionales, mostró ayer de nuevo su capacidad de desestabilización del avispero de Oriente Medio. Rusia e Israel entraron en una vertiginosa espiral de tensión tras el derribo por baterías antiaéreas sirias de un avión ruso IL-20 utilizado como pantalla, según Moscú, por cuatro cazas F-16 israelíes que bombardeaban posiciones de las tropas de Damasco en la provincia de Lakatia. Los 15 tripulantes del aparato ruso fallecieron en el incidente.

Rusia acusó de inmediato a Israel de haber provocado, con sus "acciones hostiles", el derribo accidental de su avión. "Los pilotos israelíes se escudaron detrás del avión ruso, con lo que lo expusieron al fuego de la defensa antiaérea de Siria", afirmó el ministerio de Defensa ruso, a cuyos ojos los F-16 "crearon de manera premeditada una situación peligrosa para los buques de superficie y aeronaves que se hallaban en la zona".

"El mando aéreo israelí y los pilotos de los F-16 no pudieron dejar de ver el aparato ruso, pues descendía para aterrizar desde una altitud de cinco kilómetros. Pese a ello, premeditadamente cometieron esta provocación", subrayó la fuente oficial rusa.

Moscú avisó a las autoridades hebreas de que se reserva "pasos de respuesta". El presidente ruso, Vladimir Putin, adelantó que reforzará la seguridad de sus efectivos desplegados en Siria. "Se tratará de pasos que no pasarán desapercibidos para nadie", advirtió Putin, quien, sin embargo, admitió las diferencias entre el incidente de ayer -que atribuyó a "una serie de casualidades trágicas"- y el derribo de un caza ruso por Turquía en noviembre de 2015.

El líder del Kremlin conversó por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien le comunicó que su país seguirá actuando contra la presencia iraní en Siria. Han sido numerosas las incursiones aéreas israelíes contra posiciones iraníes y de la milicia chií libanesa Hezbolá en Siria, aunque la de ayer es la primera reconocida de un modo abierto por las autoridades hebreas. El Ejército de Israel aseguró que el régimen sirio de Bachar al Asad es "totalmente responsable" del derribo del avión, responsabilidad que extendió a Irán y Hezbolá.

El brote de tensión entre Rusia e Israel llegó 24 horas después de que Moscú y Turquía acordasen la creación de una zona desmilitarizada en la provincia de Idlib que haga innecesaria la temida ofensiva contra el último bastión rebelde y yihadista de Siria. Los analistas acogieron con escepticismo el acuerdo aunque coincidieron en que abre espacio a la diplomacia.

Naciones Unidas consideró llegado el momento de avanzar deprisa en el proceso político para poner fin al conflicto. El mediador de la ONU, Staffan de Mistura, anunció la reactivación de la bloqueada comisión que debe reformar la Carta Magna siria y facilitar una transición.

Ese comité, pactado hace meses por las partes y considerado clave para un final negociado de la guerra, está paralizado por desacuerdos sobre su composición. Según la ONU, hay consenso en que un tercio de sus miembros sean representantes de Damasco, otro tercio venga de la oposición y el último, el más polémico, salga de la sociedad civil.