Dos hombres fueron detenidos ayer por la Policía en relación con la explosión el sábado por la noche de un coche bomba en Londonderry, en el noroeste de Irlanda del Norte, de la que es sospechoso el grupo disidente republicano Nuevo IRA, opuesto al Acuerdo de Paz de 1998, al que, a juicio de los analistas, perjudicaría el establecimiento de una frontera física entre el Ulster y la República de Irlanda a consecuencia del "Brexit".

Ninguna persona resultó herida por la explosión, ocurrida en Bishop Street, cerca de un edificio judicial, lo que obligó a evacuar a numerosas personas de un hotel y de un club juvenil, según el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI, en inglés).

Los dos detenidos, de unos 20 años de edad y cuyas identidades no fueron facilitadas, son interrogados por los detectives a cargo de la investigación del ataque. "Nuestra principal línea de investigación está centrada en el Nuevo IRA", que, "al igual que la mayoría de los grupos republicanos disidentes en Irlanda del Norte, es pequeño", declaró ayer el asistente del comisario del PSNI, Mark Hamilton, informa "Efe".

La ministra británica para Irlanda del Norte, Karen Bradley, condenó el atentado y aseguró que se ha querido alterar el progreso hacia la paz en ese territorio. "Este intento de alterar los progresos en Irlanda del Norte ha sido respondido, como debía ser, con una total condena por parte de todos los sectores de la comunidad" de la provincia, dijo Bradley. Los responsables, agregó, "no tienen absolutamente nada que ofrecer" al futuro de Irlanda del Norte.

"Ésta es una violencia intolerable y esperamos construir un futuro en paz para todos en Irlanda del Norte", recalcó.

La política del Sinn Fein (antiguo brazo político del Ejército Republicano Irlandés, IRA) Elisha McCallion dijo a los medios que "nadie quiere este tipo de incidentes. No es representativo de la ciudad. Animo a cualquiera con información sobre este incidente a que lo haga llegar a la Policía".

El ataque llega en momentos de gran tensión en el Reino Unido por el "Brexit", especialmente por los esfuerzos para impedir que la retirada del país de la UE obligue a levantar una frontera física entre las dos Irlandas.

Muchos diputados conservadores y los probritánicos del Partido Democrático Unionista (DUP) de la provincia han mostrado su descontento con una salvaguarda del pacto negociado entre Londres y Bruselas pensada para evitar una frontera entre la República de Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte.

Estos parlamentarios creen que la salvaguarda o "garantía" puede dejar atado al Reino Unido a las estructuras de la UE en contra de su voluntad, en caso de que Londres y Bruselas tarden en sellar un acuerdo comercial durante el periodo de transición (entre el 29 de marzo de 2019 y finales de 2020).